martes, 30 de julio de 2013

¡Un Jancio salvaje apareció!

Hace ya seis meses que estoy soltera. Aunque mi Jancio se empeñe en que no lo estoy, yo tengo la última palabra en lo que a mi vida amorosa se refiere.
Y sí, es mi Jancio. Porque soy posesiva. Y porque, aunque no sea mi novio, es una persona muy especial y un gran amigo. Lo era antes de estar juntos, no veo motivo para que no lo sea ahora.

El caso es que todavía no ha aparecido una persona que le haga sombra (lo que subiría su ego si leyese estas palabras, pero no lo va a hacer). No me quejo, tampoco tengo excesivo interés en emparejarme. Al principio se te hace dura la soledad y quieres tener a alguien al lado, pero cuando te adaptas a la nueva situación, todo es muy llevadero. Especialmente si, como en mi caso, no pierdes a la persona que era importante para ti. ¡Anda que no paso buenos ratos charlando con él cada tarde! Y no solo con él, también con otros buenos amigos. Y con gente que no es tan amiga pero con la que me siento muy cómoda.

A veces juegas a sentir interés por la gente, de forma inconsciente. Especialmente cuando una es una persona cariñosa como yo, a la que le encanta el contacto físico y expresar lo que siente. Pero es un juego con las reglas claras, porque aquí todos sabemos que yo quiero a todo el mundo... pero a nadie tanto como a Jancio. Y eso no lo cambiarán amores platónicos, hipotéticos interesados en mi persona o amigos con los que bromear. Ni siquiera Tom Hiddleston, con lo que me gusta ese hombre. Puedo tener un amigo que esté buenorro y ser consciente de ello. Puedo tener otro que sea un encanto. También puede existir la extraña combinación de amigo buenorro encantador, cosa que derivará en mil achuchones y declaraciones amorosas que me harían salir corriendo como alguien se las tomara en serio.

Y es que la soltería es nueva para mí. No tener compromisos es nuevo. Que alguien se interese por mí, también lo es. Es un complejo mundo en el que cada día me "enamoro" de dos o tres personas diferentes. Ese mundo en el que, como siempre digo, te gusta todo el mundo porque realmente no te gusta nadie. O porque el que te gusta es tu ex.

Entonces el universo conspira contra ti y te pone en el camino a una persona que hace que todo se tambalee. Y te comportas de forma totalmente contraria a lo que uno debería esperar. En vez de declararle tu amor como a todo el mundo, le declaras tu indiferencia. Incluso cuando los hechos no acompañan a las palabras.

Es entonces cuando Jancio se burla de mí e intenta convencerme de que estoy emparejada. ¡Yo no puedo estar emparejada sin haber dado mi consentimiento para ello!
Así que hoy puedo decir que ya ha pasado medio año de soltería y no estaré mintiendo. Lo que no ha pasado es medio año de soledad, que es diferente.

¿Y cuándo terminará la soltería? Pues eso lo tengo muy claro. Cuando alguien me guste lo suficiente. Al nivel que me gustaba mi ex. No pienso conformarme con menos. No puedo conformarme con menos. No siento felicidad si no tengo a mi lado a una persona que me haga pensar que es lo más maravilloso del universo (después de mí, claro). Y ese momento está por llegar. Aún tienen que vencer al recuerdo del Jancio de los buenos tiempos. Que no es que ahora sean malos, pero ya no somos pareja. No me quejo, ¿eh? Que lo que tenemos ahora es también muy bonito. Me encanta poder seguir achuchándolo (aunque sea virtualmente), tomándole el pelo y contándonos nuestras cosas. Y tan pronto le digo que está buenorro como le estoy hablando sobre el chico que me gusta. Y es que eso sí tengo. Pareja no, pero chico que me gusta... algo hay. Pese a mi reticencia. Y es que mira que me empeño en negarlo, en buscarle mil defectos y en usar la razón para exponer mil motivos por los que me conviene estar sola. Pero nada, que hay cosas ilógicas y es mejor aceptarlas.

Y mi Jancio salvaje se divierte viéndome negar una y otra vez el que exista algo entre ese chico y yo. Y yo le pego palizas ascii y le dedico malas miradas. Pero poco importa todo esto en el fondo. Hay algo más importante que el hecho de que yo lleve seis meses soltera o no. Y ese algo es el hecho de que sigo teniendo a mi lado a este merluzo jancil y binario. Que se ha cumplido todo lo que nos propusimos siendo pareja, referente a querer seguir siendo amigos si un día dejábamos de estar juntos. Entre ambos hay un cariño excepcional que no va a desaparecer. El que siento hacia una buena persona que siempre me ha ayudado mucho, tanto como amigo como siendo mi pareja. Una persona con la que he compartido mucho y con la que queda un bonito vínculo que prácticamente nos hermana.

Así que esta es mi entrada del medio año de soltería. Una entrada que no tiene nostalgia ni dolor. Solo alegría y mucho cariño hacia un merluzo que siempre será muy importante para mí. Quién sabe. Quizás hasta algún día le doy la razón y admito estar emparejada. Pero bleh, para eso aún queda...

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