sábado, 19 de julio de 2014

Más pseudocríticas

Sigue pasando el tiempo. Y sigo leyendo cosas y haciendo maravillosas pseudocríticas.

Cinco horas con Mario

Mario se muere nada más empezar la historia y nos deja con su viuda hablando con el cadáver y reprochando mil millones de cosas. Menos mal que pasó únicamente cinco horas, porque menuda tía más pesada. Que si Mario, cariño, yo no digo que no, pero es que mira qué mal me tratas, que da vergüenza salir contigo. Y así durante todo el libro.

Puntuación: Un sobre y medio de azúcar.
Pros: Es muy interesante comprobar que los argumentos de la mujer, ejemplo del clasismo más recalcitrante, se pueden ver a día de hoy en bocas de personas de nuestros días. Cambia la historia, cambian los hechos que suscitan esos pensamientos... pero no cambian los pensamientos en sí.
Contras: Que alguien calle a esa mujer. Tanto ella como Mario merecen sendas bofetadas.

Crimen y castigo

En esta novela el castigo es completamente psicológico. El protagonista, Rodión, se carga a una vieja usurera porque se cree por encima del bien y del mal. Luego descubre que en realidad es un cutre que no puede con el remordimiento. Aunque más que con el remordimiento, con lo que no puede es con la idea de saberse mediocre y no ser capaz de ser un humano por encima de los demás. En esta historia hay muchos rusos, muchos nombres raros y más rusos. Las malas lenguas dicen que se debe a que el autor es de Moscú, pero todos sabemos que en realidad era de Valladolid.
Destacar que las mujeres en esta novela son un dechado de virtudes. No todas, pero sí las cercanas al protagonista (su madre, hermana y la chica de la que se enamora). En fin, muy pavas todas ellas.  Rodión es muy raruno, a todo esto. De haber vivido en nuestro tiempo, estoy segura de que habría sido informático. 

Puntuación: Vodka con sombreritos.
Pros: Sale Arcadio.
Contra: Nadie se cree que un tío tan cutre como Rodión siga teniendo amigos. La gente llora mucho.

20th Century Boys 

Y para variar un poco, un manga. El autor es el mismo que el de "Monster", así que el que haya leído dicho manga sabe lo que se puede encontrar. Una historia que engancha, un dibujo estupendo, varios personajes y tramas que se entremezclan... y una forma de alargar la trama que se acaba cargando parte del encanto.

Va de un grupo de chavales que tienen un escondite y no se drogan. Pasan los años y esos mismos chavales son adultos. Y el mundo entonces es amenazado por un enmascarado que responde al nombre de Friend/Tomodachi/Amigo (depende del idioma que te apetezca usar). Ese "amigo" es un sectario de mucho cuidado y se va haciendo poderoso. Y decide que es buena idea cargarse el mundo o parte de él. ¿Cómo hacerlo? Pues siguiendo las profecías que escribieron los muchachos en una libreta allá por los setenta, cuando jugaban como los críos que eran. De lo que se deduce que el tal "amigo" tiene algún tipo de conexión con ellos... chan, chan, chaaaaaan...

La historia transcurre a lo largo de cincuenta años y va pegando saltos temporales de un lado a otro. Pero no es eso lo que hace que la historia sea complicada de seguir. Es la manía del autor de meter más y más personajes. Y encima a la mitad de ellos no les pone nombre... o rostro. Y es que gran parte de la historia sobraría si los personajes fueran algo menos inútiles y no se olvidasen de la existencia de otros niños de su pasado así por las buenas.
Ah, la música juega un papel importante, absurdo y estúpido a partes iguales. 

Puntuación: Dos robots gigantes.
Pros: Engancha. Mucho. Y Otcho mola *_*
Contras: Se alarga demasiado y el final no es nada espectacular. Otro contra es que demasiadas cosas se solucionan con un "Ah, ahora que hago memoria, pasó esto". Y bueno, que el "amigo" promete más de lo que luego nos ofrece.

Hasta aquí las pseudocríticas de estas semanas. Toca seguir leyendo.