tag:blogger.com,1999:blog-54844930284383098452024-03-13T11:38:06.933+01:00Ilunumaid¿Y tú qué haces aquí?Unknownnoreply@blogger.comBlogger259125tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-79132876800949663172022-09-21T22:31:00.002+02:002022-09-21T22:31:38.670+02:00Actualizo solo para saludar a ManoplasNo sé si queda alguien vivo por aquí. Así que no voy a escribir más en esta entrada.<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-60721726763352975402021-09-12T20:30:00.002+02:002021-09-12T20:30:35.427+02:00Las bocinas ilegales de terciopelo<p> Creo que he batido mi récord de tiempo sin actualizar. Merezco algún tipo de premio, como una tarta de chocolate de varios pisos. </p><p><br /></p><p>Tengo sobrados motivos para aparecer tan poco por aquí. Como el carecer de ordenador propio desde hace unos años o el haberme reproducido y tener a mi cargo un ser adorable a la par que cutre. Tiene genes de informático, no creo que deba sorprenderme.</p><p><br /></p><p>Me acabo de dar cuenta de que esto ha cambiado el tamaño de letra y el primer párrafo ahora está como encogido sobre sí mismo, agazapado para no llamar mucho la atención. Igual cuando publique esto se corrige solo o apenas se nota. En cualquier caso, como persona vaga y poco perfeccionista que soy, no pienso hacer nada al respecto.</p><p><br /></p><p>Y yo iba a hablar de ciertos aspectos relacionados con el tráfico de grosellas invisibles. Pero no puedo porque se acaba de terminar el tiempo del que disponía para actualizar. Así que será en otra ocasión. Prometo que no pasarán años entre esta entrada y las siguientes. Pongo por testigo a una onomatopeya listada.<br /></p>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-48080355404688954342019-09-03T15:06:00.000+02:002019-09-03T15:06:42.828+02:00Dos croquetasTítulo nada descriptivo y engañoso. Porque no voy a hablar de croquetas. Así es la vida.<br />
<br />
Llevo milenios sin actualizar, han pasado muchas cosas, demasiadas. Pero sigo sin ser rica. Snif.<br />
<br />
Igual un día retomo la actualización de este blog. Si la maternidad me lo permite, claro. Y es que hace mucho que no hablo de invasiones de asteroides aficionados a las sopas de letras. Un drama de los buenos al que nadie está prestando atención.<br />
<br />
Así que permanezcan atentos a sus pantallas... el día menos esperado reapareceré por aquí. Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-244113418500038422018-03-03T23:56:00.001+01:002018-03-03T23:56:46.337+01:00El rododendro no tiene quien le escriba¡Humanos!<br />
Ya no sé si queda nadie que se pase por aquí. Pero yo saludo. Desde verano del año pasado que no escribo, ya me vale.<br />
Pero solo hay un par de datos importantes que resaltar. Bueno, tres.<br />
<br />
1-No me he muerto<br />
2-Me encontré a Gervasio (un jerbo) y ahora somos tres en casa.<br />
3-Me caso en mayo y vuelvo a Japón.<br />
<br />
Ahora que todo el mundo está al día, vamos con una hermosa historia:<br />
<br />
<br />
7 de agosto de 1993. Hacía sol. Hacía viento. Hacía de todo. Posiblemente, en alguna parte del mundo, había huracanes, terremotos y volcanes en erupción. Supongo que incluso ovejas voladoras armadas con navajas de Albacete.<br />
En tal día, un señor llamado Felipe decidió arrancarse las piernas. Pero se dio cuenta de que no era tarea fácil, así que desistió. Y en lugar de ello, se dedicó a tallar figuras de madera que representaban platos de macarrones.<br />
<br />
Puestos ya en contexto, tengo que hablar de Romualda, una pastelera bicéfala que vivía cerca de Felipe. Estaba enamorada de él en secreto. En realidad, también estaba enamorada de siete personas más, pero es un detalle sin importancia.<br />
Romualda se pasaba el día pensando cómo declararse. Solo dejaba de pensar en ello cuando dormía y cuando salía a cazar mamuts de algodón de azúcar. Pero nada acudía a su mente, así que al final se hizo vieja y falleció sin haber intercambiado palabra alguna con Felipe.<br />
<br />
¿Y por qué es hermosa esta historia? Pues porque no hay cucarachas.<br />
<br />
Fin.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-90507404067408464582017-08-25T01:25:00.000+02:002017-08-25T01:25:08.017+02:00Todo era violencia a su alrededor.<br />
<br />
Le costaba recordar una época en la que no hubiese existido el caos. De hecho, no se sentía capaz de disfrutar de una vida calmada. Los regueros de sangre formaban parte del paisaje que le era tan familiar. Incluso los gritos eran parte de un sonido ambiental que extrañaría si llegase a desaparecer. <br />
<br />
Ella lo sabía. No solo eso, lo aprobaba. A veces se la podía ver en un rincón, una figura menuda que presenciaba todo en absoluto silencio. Sus ojos no transmitían emoción alguna, pero permanecían bien abiertos para no perder detalle de cuanto sucedía.<br />
<br />
Nadie era capaz de decir en qué momento había comenzado todo. Ella parecía haber estado siempre allí, como si encarnase la esencia misma del lugar. Frágil en apariencia, delicada en sus ademanes. Pero brutal cuando era contrariada. Allí no tenía cabida error alguno, un simple descuido podía sentenciarlos a todos. Él lo sabía, pero nunca le había preocupado. Su labor era única e imprescindible. Era el ejecutor de la justicia, aquel que manchaba sus manos arrebatando la vida a otros.<br />
<br />
<br />
Esa era su misión. Ese era su sueño. Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-91919320798813044712017-08-22T23:03:00.003+02:002017-08-22T23:03:23.492+02:00¡Pero qué abandonado tengo el blog!No era consciente de que mi última entrada era de enero O_O<br />
<br />
Y ya está, solo quiero hacer notar eso. No tengo intención de escribir nada más en esta entrada, mhuahahaha.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-40607459055157528112017-01-17T21:12:00.000+01:002017-01-18T16:39:13.178+01:00¿Cómo se convive con la depresión?Hace tiempo que no hablo del tema, pues han pasado varios años desde la última vez que tuve que enfrentarme a una crisis depresiva. Sin embargo, la depresión siempre está ahí. Al menos la mía, que no responde a causas externas y no se sabe bien qué la provoca. Solo queda la opción de medicarse y seguir con el día a día, agradeciendo que no vuelvan los malos momentos.<br />
<br />
Soy feliz, para qué negarlo. Pero también tengo momentos en los que me canso de tener que estar siempre enfrentándome a desajustes anímicos inesperados y absurdos. Para mí, convivir con la depresión es un esfuerzo constante. Un esfuerzo que me conduce directamente a disfrutar de mi día a día, pero que a veces resulta agotador.<br />
<br />
Hace poco salió el tema con unos amigos y he pensado que estaría bien contar cómo ha ido todo en los últimos años y qué tal lo llevo. La respuesta corta es "estupendamente". Pero hay que analizar el camino que toca recorrer para conseguir ese éxito.<br />
<br />
Pondré un ejemplo. Mi vida es como avanzar sobre una cinta transportadora. Imaginad una de esas máquinas de gimnasio sobre las que caminas (o corres) sin realmente desplazarte del lugar. Hay que mantener el ritmo o acabarás cayendo. Es mucho más aburrido y cansado que caminar por el exterior, pues no solo resulta más difícil mantener el equilibrio sobre una superficie que se mueve, sino que es imposible detenerse para recuperar el aliento. En un gimnasio puedes parar la máquina, pero mi vida sería una cinta cuyo movimiento nunca cesa. La mayor parte del tiempo, tengo que mantener un ritmo determinado para no tropezar. No es un ritmo elevado, es perfectamente asumible. Cuando duermo, casi se detiene. Se mueve de una manera imperceptible, quizás medio milímetro cada hora. Perfecto para tumbarme y descansar.<br />
Pero claro, al despertar, el movimiento se acelera. Y toca echar a andar otra vez. Un día, y otro. Y otro más. Lo cual no es muy diferente de la vida de cualquier otra persona. Al menos, mientras todo se mantiene estable.<br />
<br />
¿Qué pasa cuando de pronto la velocidad de la cinta cambia sin previo aviso? Pues toca hacer un esfuerzo extra y tratar de seguir caminando sin caer. Pero cansa, muchísimo. Quieres parar un poco y no puedes, ya que bajar la guardia es sinónimo de una dolorosa caída. En esos momentos, todas tus energías se centran en seguir en pie. No puedes hacer cosas básicas que otros hacen sin apenas pensar, pues corres el riesgo de darte un buen golpe contra el suelo. Es un poco frustrante, pero hace tiempo que aprendí que no sirve de nada quejarse. Lo único que conseguiría es gastar las pocas energías que me quedan y aumentar el riesgo de llevarme un batacazo.<br />
<br />
Hace muchos años que no me caigo, como ya he dicho. Eso es algo que celebrar, especialmente si tenemos en cuenta que he ido reduciendo la medicación poco a poco. La idea es poder dejarla pronto. No sé yo si funcionará, porque esta depresión absurda mía que no tiene motivo no es muy amiga de que prescinda de mis drogas legales. Pero bueno, habrá que probar. A fin de cuentas, me pasé muchos años sobre la cinta sin ayuda de medicación alguna. Y siempre puedo volver a ella si lo necesito.<br />
Así que estoy contenta. Sin embargo, siempre hay momentos más complicados. Cambios de estación, por ejemplo. Ahí la velocidad de la cinta se acelera y tengo que esforzarme el doble. Pero bueno, se aprende a vivir con ello.<br />
<br />
Lo que quiero decir con todo esto es que la depresión (en mi caso) no es siempre algo que está o no está. Es algo que te acompaña sin manifestarse pero que puede asomarse a saludar en cualquier momento. Días en los que te cuesta salir de la cama, días en los que te cuesta un mundo hacer algo que veinticuatro horas antes hacías sin despeinarte. O días en los que te sientes como si hubieses despertado de un sueño muy triste que no consigues recordar. Puedo seguir caminando, afortunadamente. Pero me dejo el aliento en el proceso y hay veces que es tan agotador que te preguntas si realmente vas a ser capaz de seguir con esa lucha toda tu vida. Pero claro que se puede. No es fácil, pero es perfectamente posible vivir así.<br />
<br />
<br />
Tengo suerte y puedo decir que el 90 % del tiempo puedo hacer todo esto de manera automática. Y el 10% en el que no es así, pues me aguanto y sigo adelante como puedo. Porque el resultado merece la pena. Hubo tiempos en los que ese 10% era el día a día que me tocaba sufrir, pero eso quedó ya atrás. Hago mi vida normal, soy feliz. Y eso quiero que lo tengan presente algunas personas que están pasando por situaciones similares. La lucha es agotadora, pero no durará siempre. No a ese nivel desquiciante, al menos. Y un poco de esfuerzo extra de cuando en cuando bien merece la pena para seguir disfrutando de todo lo que nos rodea, ¿verdad?<br />
<br />
Yo sigo adelante, limitando lo que hago cuando vienen días malos y aprovechando al máximo aquellos en los que todo sale de forma natural. En lo que llevo de año he seguido estudiando, he vuelto a probar suerte con entrevistas de trabajo y he retomado vicios como los juegos. Y por ahora va muy bien. A veces estoy muy cansada (físicamente) pero creo que es normal, para hacer cosas normales hay veces en las que me tengo que esforzar el doble que otras personas. Eso pasa factura. Pero dejando eso al margen, poco afecta convivir con la depresión cuando está controlada. Desde fuera, parece que todo sigue igual pero habiéndome vuelto más vaga. Yo sé que realmente hago acopio de toda mi fuerza de voluntad para cuestiones bastante simples y que eso poco tiene de vagancia. Y eso se lo quiero recordar también a aquellos que creen que no avanzan, que no consiguen nada o que retroceden lo avanzado sin poder evitarlo. Eso no es así, requiere mucho valor y esfuerzo el seguir con el día a día cuando tienes que cargar con ese peso, cuando no puedes bajar de esa cinta que no se detiene. Así que nada de sentirse mal, que no es nuestra culpa esta situación. Y al igual que yo he conseguido tener una vida normal, plena y feliz, el resto puede hacerlo. No hay que rendirse.<br />
<br />
Así que nada, con esto actualizo mi estado, respondo a las dudas de algunos amigos y aprovecho para mandar ánimos a algunos amigos que lo necesitan. El mundo no se conquista solo, os necesito. Podéis lograrlo, merluzos míos. Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-69465114924018168842016-09-30T22:00:00.004+02:002016-09-30T22:00:47.064+02:00Nunca mutes en polvo cósmico azulado¡Sigo con vida!<br />
He pasado mucho tiempo sin el netbook (cualquiera lo usaba en verano con el calor) pero ahora lo he recuperado y he regresado. Mhuahahaha. Así que podré volver a poner tonterías varias.<br />
<br />
Por aquí no hay mucha novedad. No he conquistado ni un solo territorio nuevo. Me he enganchado a la 3ds y a varios mangas. Sigo estudiando idiomas en mis ratos libres. Mi merluzo sigue siendo adorable. Mi cuerpo me recuerda que ser mujer no mola. Lo típico.<br />
<br />
El otoño ha entrado con buen tiempo, hojas asesinas y tres calamares gigantes sobre Plutón. Eso también es típico. Lo que no lo es tanto es que, por primera vez desde 2008, me he saltado la maldición de los JJOO. Y es que en los dos anteriores tuve recaídas del mal absoluto y fue todo muy horrible. Este año me he librado y hasta he podido emular a los gimnastas desde casa (el sofá da para muchos ejercicios si no aspiras a grandes cosas). El cambio de estación sí me ha afectado un poco más, pero eso ya es normal. Rachas peores las tengo dispersas durante todo el año, pero he aprendido a vivir con ello y no interfiere en mi vida diaria. Sin embargo, me consta que algunos de vosotros estáis en momentos no demasiado buenos ahora, así que ánimo. Recordad que esto es pasajero, ¿vale? Y dadme mil euros.<br />
<br />
Y nada, ahora que el calor del averno ha desaparecido y puedo hacer cosas, toca salir de casa otra vez y hacer turismo por la ciudad, visitar a los amigos, mirar en direcciones aleatorias y todo eso.<br />
<br />
Ya actualizaré con algo más decente la próxima vez. Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-61867980075329807742016-08-24T11:32:00.002+02:002016-08-24T11:32:49.092+02:00Falda plisada-Toc, toc.<br />
-...<br />
-Onomatopeya de llamada a la puerta.<br />
-Eso es peor aún que el toc, toc. Podrías llamar a la puerta de verdad.<br />
-Demasiado convencional. Cuéntame.<br />
-¿Que te cuente qué?<br />
-Cómo va todo.<br />
-Bah, tan pesado como siempre.<br />
-Pero si hace meses que no paso por aquí, no puedes quejarte.<br />
-No me quejo, me resigno. Podrías dejar de preocuparte tanto por mí, no soy una niña.<br />
-No es preocupación, es curiosidad.<br />
-Ah, bien. Entonces has de saber que me he aficionado a caminar sobre capas de hielo.<br />
-Suena interesante.<br />
-¿Sabes eso de que los esquimales tienen un montón de palabras para hablar de la nieve? Es un timo.<br />
-Entiendo que te has hundido en el hielo más de una vez.<br />
-Uf, incontables. Pero es muy divertido.<br />
-Alguna vez deberías pensar antes de actuar.<br />
-Y tú alguna vez deberías callar un poco. En serio, qué he hecho yo para merecer esto.<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-75214751680219915452016-04-11T22:32:00.000+02:002016-04-11T22:32:13.441+02:00Despilfarrando en moscas-No me parece correcto lo que estás haciendo.<br />
-Sí te lo parece, pero no lo quieres admitir.<br />
-Es posible.<br />
-Lo sabía. Intentas engañarme. Como cuando asesinaste a Much.<br />
-¿Quién es Much?<br />
-A mí qué me cuentas...<br />
-...<br />
-No me gustan tus silencios.<br />
-No me gustan tus palabras.<br />
-No me gustan los tomates que atacan a la gente.<br />
-Pues a mí sí. Son los de mejor tipo.<br />
-No te lo discutiré porque me estoy mareando.<br />
-Ah, son los vapores. Necesitas un poco de hielo picado. Y tres ensaimadas.<br />
-Aceptaré ensaimadas picadas, pero nada más.<br />
-Siempre poniendo pegas.<br />
-Es mi trabajo. Estudié duro para llegar hasta aquí. Siete años preparando el examen de acceso. Ochocientos de formación. Se dice pronto.<br />
-Ni siquiera tuviste que disfrazarte de babosa ignífuga...<br />
-Ya, eso es cierto. Pero es que para todo hay niveles. Y grados.<br />
-Y espirales de gominola.<br />
-Correcto. Ves, al final nos vamos entendiendo.<br />
-Es posible. Pero seguiré sin reconocer que los pelícanos tienen su aquel.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-55156169156221367062016-03-23T21:19:00.002+01:002016-03-23T21:19:27.714+01:00Casi se me olvida que nos vamos a morirQue nadie se asuste por el título. No se trata de ninguna entrada triste ni propiciada por desgracias personales. Tan solo es una reflexión en voz alta (mentira, porque estoy afónica y además estoy tecleando, ja).<br />
<br />
Seré directa. Nos morimos, humanos míos. Todos. Unos antes, otros después. Es la reflexión a la que todos llegamos cuando dejamos de ser unos niños y entramos en esa etapa absurdamente pedante y existencialista que es la adolescencia-primeras etapas de la juventud. Sí, esos momentos en los que "se descubre el mundo" y todo lo magnificamos y lo vivimos a lo grande (la revolución hormonal no se limita a cambiarnos la forma y ponernos pelo extra, también nos abre los ojos a "la verdad" y nos transforma en filósofos de baratillo). Qué drama, en serio. Que todo lo que hemos vivido es mentira, ya ves. Y estamos en esta sociedad, prisioneros de un destino al que nadie escapa, pensando cómo diablos se las apaña uno para seguir adelante cuando sabes que todo tiene fecha de caducidad.<br />
<br />
¿Y qué pasa entonces? Pues que crecemos. Maduramos. Eso dice la teoría, yo creo que nos acostumbramos a la nueva condición de adultos, se nos pasan las tonterías y seguimos con nuestra vida. Se vaya a acabar o no, la vida nos pone obstáculos a todas horas y es más útil centrarse en ellos que en lo que pasará dentro de un puñado de décadas (porque todos aspiramos a morirnos de viejos, faltaría más). <br />
<br />
¿Y a qué viene todo esto? Pues a nada. Bueno, a que estaba tosiendo hasta colocarme del revés y he mirado dramáticamente a mi melón mientras gritaba "¡Me muero! ¡Recuerda que te amé siempre!". Y no me he muerto, pero que lo recuerde igualmente. El caso es que, en este arrebato de filósofo adolescente demasiado tardío, he pensado que igual me muero de una forma tontísima cuando menos me lo espero y me dejo la vida a la mitad, así con todo por medio. Sería un drama. O no. Pero el caso es que puede pasar perfectamente. Y yo aquí, viviendo como si fuese inmortal y lamentando desde el más allá no haberme tomado más en serio lo limitado de mi tiempo. Bueno, eso si creyese en el más allá, porque la verdad es que no lo hago. Y ya me gustaría (tiene que ser reconfortante) pero qué le voy a hacer, no lo consigo.<br />
<br />
A lo que iba. Que todos vamos a morir, pero todos vamos por el mundo como si fuese algo que no va con nosotros. Es lógico, torturarnos por lo finito de nuestro tiempo no ayuda a que la vida sea precisamente maravillosa. Pero creo que debería existir un punto intermedio. Ni llorar por las esquinas porque algún día vamos a perder todo lo que tenemos (sí, todo, absolutamente todo) ni olvidar que estamos de paso y que nadie nos tiene garantizado un nuevo amanecer cada vez que vamos a acostarnos.<br />
Porque luego pasa lo que pasa y la gente se lamenta de no haber hecho (y dicho) miles de cosas.<br />
<br />
En realidad a esa conclusión llegué hace ya muuucho tiempo (hoy me ha dado por despertar el adolescente interior y recordarlo) y me dediqué a vivir cada día como si fuese el último. Sin perder la esperanza en que no lo sea (las estadísticas están de mi parte, confiaré en tener suerte) pero siendo consciente de la posibilidad existe. <br />
<br />
¿Y qué es eso de vivir cada día como si fuese el último? ¿Implica dejar de perseguir metas y todo eso? Pues no. Que el día de mañana tendré que vivir de algo. Y ya no es solo cuestión de mera supervivencia, es que me gusta soñar con el futuro y hacer todo tipo de planes. Así que yo me limito a aplicarlo en un sentido muy sencillo: no te vayas a la cama dejando cosas pendientes. No quiero lamentarme si un día me levanto y descubro que falta alguien a quien querría haberle dicho más de lo que le dije. O peor aún, que mi última interacción con ese alguien haya sido de enfado o pasotismo. Que ya me veo toda la vida torturándome y queriendo cambiar el pasado. No, por ahí no paso. Aunque en realidad da un poco igual, es muy difícil que yo me enfade con alguien, pero la idea queda clara con ese ejemplo.<br />
<br />
Buah, escribir con fiebre es malo. Tengo la costumbre de no corregir lo que escribo (salvo que encuentre una errata horrible que pueda dañar la salud de los lectores) y me gusta el resultado. Pero hoy creo que se me va de las manos, en el momento menos pensado voy a hablar de berenjenas.<br />
<br />
Berenjenas. Son... moradas. Sí. Se comen. También se las puedes tirar a los demás a la cabeza. Versatilidad en estado puro.<br />
<br />
Total, que volviendo al tema... pues estas cosas pasan. La gente se muere. Yo me moriré un día. Igual me muero de manera molona (sin darme cuenta, que es lo único que puede ser molón en eso de desaparecer para siempre) o igual de manera dramática. Y antes de morirme yo se morirá mucha gente a la que quiero y sin la que la vida va a tener mucho menos encanto. Tus amigos, tu familia, tu pareja... todo desaparece. Y tú también lo haces. Qué bien, ¿verdad? Vamos a tener una vida maravillosa y luego vamos a ir viendo cómo se viene abajo poco a poco.<br />
<br />
A mí eso me frustró mucho de cría. Eso de morirse me parecía muy injusto y absurdo. Me lo sigue pareciendo, en realidad. El universo podría seguir sin vida exactamente igual y se evitaría mucho sufrimiento. Aunque también mucha alegría, eso hay que admitirlo. Es lo que hace que no vea mal que la gente siga reproduciéndose y trayendo al mundo seres conscientes que habrían estado muy bien sin existir (yo no me lamento por mi tiempo de no existencia... no ser, no sentir y no padecer me parece bastante aceptable). Uno no puede dejar de mirar mal cuando se entera de esta jugarreta que es la vida limitada, pero se te pasa el disgusto cuando piensas en todo lo que estás experimentando. Si, condenados a sufrir, pero es el precio a pagar para poder disfrutar.<br />
<br />
Eso sí, me pregunto hasta qué punto es mejor el poder existir y ser consciente de la vida, con lo bueno y lo malo, que el no existir jamás. Lo positivo es mejor que la nada, pero igual lo pienso como justificación para una vida ya determinada en la que no me queda más opción. Buah, y luego la gente me pregunta si pienso tener hijos. Carezco de instinto maternal y encima me planteo estas cuestiones estúpidas. Acabará adoptando una piedra. O igual se me despierta ese instinto y me viene el egoísmo de golpe y me da igual condenar a otro ser a las maravillas y desgracias que implica la vida. Quién sabe.<br />
<br />
Eh, con esto no quiero decir que no me guste estar viva. Desde el momento en que soy consciente de mi existencia, me gusta más estar viva que muerta. Pero es que es ese mismo ser consciente de lo que es vivir lo que condiciona mi respuesta. Nunca podré opinar desde el punto de vista de la no existencia (lo que no existe no opina, es lo que tienen estas cosas).<br />
<br />
Total, que me desvío del tema inicial. Que la gente se muere y eso es chungo. No me mola. Pero es lo que hay. E independientemente de si tiene sentido esto de poblar el mundo de humanos con fecha de caducidad, estamos aquí y nos toca lidiar con nuestra mortalidad. Aunque la forma de lidiar suele ser sinónimo de hacer como que eso no va con nosotros. Ya nos preocuparemos por ello cuando llegue el momento. Pero es que ese momento puede ser mañana mismo. ¡No! No quiero. Pero puede pasar, quiera o no. Así que me enfrento a mi día a día a día exprimiéndolo al máximo. Sí, estoy aquí por tiempo limitado, como lo está la gente a la que quiero. Pero y qué. Es lo que hay, no lo puedo cambiar. Lo único que está en mi mano es decidir de qué manera me enfrento a esa certidumbre de la muerte y a la incertidumbre de cómo y cuándo llegará. Y la única forma que conozco de hacerlo es... viviendo. Pasando de las cosas chungas y quedándome con las buenas. Sin olvidar que cosas peores están por llegar, pero teniendo esa idea como una motivación para disfrutar todo lo posible del presente y no como una amenaza maligna.<br />
<br />
Me pregunto si es por eso por lo que tantísimas cosas me dan igual. Que la gente me acepte o no, tener el trabajo de mis sueños o no, hacer méritos para no sé bien qué... pues nada de eso me quita el sueño. Porque a mí lo que me da la vida es irme a dormir cada noche después de haber pasado un día estupendo con la gente a la que quiero. Disfruto de mi familia, de mis amigos, de mi pareja. Y lo demás me da igual, la verdad. Y eh, tengo ambiciones y sueños. Me gusta hacer cosas nuevas y hacer planes de futuro. Buah, si de mí dependiese, dominaría el universo. Pero eso son cosas que están ahí para disfrutarlas, no para obsesionarme con ellas y condicionar mi vida. Dedico tiempo a garantizarme mi propia supervivencia futura, no soy tan alocada como para vivir sin planear. Pero intento que el tiempo que eso me roba sea mínimo.<br />
<br />
Por eso, si me muero ahora, me iría al más allá (ese en el que no logro creer) con mucha tranquilidad. Hago todo lo que me gusta, digo que no a todo lo que no me apetece. No me callo ni uno solo de mis sentimientos y no dedico un solo minuto a los problemas que no tienen solución. Si quiero perseguir un sueño, lo hago al instante y no lo dejo para un futuro que no sé siquiera si tendrá lugar. Y (una de las cosas que considero más importantes) no me conformo con menos de lo que creo merecer. La vida es muy corta como para perder tiempo con gente que no te aporta nada o para compartir tus días con gente que no se entrega del mismo modo en que tú lo haces (ojo, en su derecho están de no hacerlo, como yo en el mío de buscarme personas nuevas). Así que ahí voy, lanzándome de lleno al camino de la esperanza, al de "voy a ver qué hago hoy para sentirme aún mejor", al de "no todo es de color de rosa, pero yo puedo elegir si mirar hacia las sombras o hacia la luz", al de "las berenjenas no son de metal ni de corcho". Etc.<br />
<br />
Y es por eso que animo a disfrutar a los que se lamentan por las arrugas o las canas, por los kilos de más o de menos, por el despertar mayor o menor admiración, por... por no tener una vida perfecta, en definitiva (algo que no existe). Cambiad lo que no os gusta, dedicad más tiempo a lo que os hace sentir bien. Que estamos aquí de paso e igual mañana nos cae un meteorito en la cabeza y hala... a tomar viento (de levante tarifeño, por supuesto).<br />
Buscad en vuestro interior la motivación para sonreír cada mañana. <br />
<br />
-El abrazo de tu pareja, de tu hijo, de tu amigo, de tu mascota (qué te abrazan a su manera).<br />
-Esos buenos libros y películas, esos juegos que te enganchan horas y horas.<br />
-La naturaleza, el respirar aire puro, el caminar sin rumbo fijo descubriendo tu entorno. O la multitud bulliciosa de la ciudad y sus actividades sin fin, eso según los gustos de cada cual.<br />
-El cambiar el mundo, aunque sea un poco. Adoptar a un animal abandonado, colaborar en una asociación de voluntariado, el defender causas justas con tu activismo... cualquier cosa que nos muestra que, si queremos, podemos aportar nuestro granito de arena y ser útiles. La vida es efímera, pero podemos hacer más agradable ese trayecto que realizamos juntos día a día.<br />
-Crear. Dibujar, escribir, fotografiar, moldear, imaginar. Porque nadie puede poner límites a nuestra mente y eso es maravilloso.<br />
-Vivir nuevas experiencias. Viajar, conocer gente nueva, aprender otro idioma, interesarte por nuevos temas, descubrir todo aquello que nos rodea.<br />
<br />
Todas estas cosas (hay más, pero estoy vaga y ya llevo un buen tocho escrito) son las que me hacen sentir bien. Son las que me llenan tanto que casi hacen que olvide que nos vamos a morir. Y son también las que, cuando lo recuerdo, me hacen esbozar una sonrisa y pensar que no me queda entonces ni un solo minuto que desperdiciar.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-6807037066725010402016-02-10T15:12:00.000+01:002016-02-10T15:12:06.814+01:00De mi perro y mis amigos (y de una carpa)Tras unos días sin internet, regreso con todas las consecuencias. Las consecuencias son varias y no tengo ganas de enumerarlas. Pero una de ellas es actualizar el blog.<br />
<br />
Qué decir, mi última entrada fue triste, pero es que triste he estado desde entonces. Ayer hizo una semana que durmieron a Plinio y reconozco que a veces aún se me escapa alguna lagrimilla. Pero desde luego, estoy mucho mejor y ya lo he asumido. Los primeros días pensé que me iba a dar un mal, no tenía ganas de nada, fue horrible. Y eso que yo vivo fuera desde hace casi un año y no tenía trato a diario como el resto de mi familia. Pero ay, cómo se quiere a los animales. O cómo los queremos algunas personas, porque me consta que hay quien no entiende el duelo por una mascota. La mayor parte, gente que no ha vivido la experiencia de tener animales. Otros porque no tienen corazón (recordemos que hay quien es capaz de abandonar a su propia mascota). Pero la verdad, me importa poco quien no lo entienda, porque hoy vengo a hablar de quienes sí lo hacen. O de quienes, sin hacerlo, se han volcado en mí para tratar de hacerme sentir mejor.<br />
<br />
Sí, esta entrada os la dedico a vosotros. Porque dicen que todo lo malo lleva aparejado algo bueno, y en este caso lo positivo ha sido (además de la buena compañía perruna de tantos años) el disfrutar de vuestro apoyo.<br />
<br />
Quiero dar las gracias por vuestras palabras de ánimo, tanta públicas como privadas. Tanto en los momentos previos como después me hicieron mucho bien. Fue un momento mucho más duro de lo que pensé. He perdido ya familiares, he sufrido rupturas amorosas... y sin embargo, esto me ha dolido bastante más. No me lo esperaba para nada. Pero es que Plinio era mucho Plinio. Lo bueno es que ya puedo recordar los buenos momentos sin venirme abajo, ya siento que vuelvo a disfrutar y he recuperado las ganas de hacer cosas.<br />
<br />
Es agradable echar la vista atrás y recordar tantos mensajes de gente preocupándose por mí, tantas conversaciones con el objeto de comprobar cómo me encontraba y ver si lo estaba llevando bien (aunque fuera disimulado, de esas cosas me percato, jeje).<br />
Y no pueden faltar los agradecimientos a los que sacaron tiempo para estar conmigo en los peores momentos. A Tomas y Alberto por encontrar un rato para verme en el exilio jerezano (me vino genial salir) y a Mariela y Fran por buscar un hueco imposible entre burocracia y reuniones para estar conmigo durante la espera en la estación. En serio, ese día fue especialmente malo y vuestros abrazos y compañía lo hicieron todo muchísimo más llevadero. <br />
<br />
Por supuesto, gracias también a los amigos madrileños que se preocuparon por mí y me invitaron a salir para despejarme un poco (y para darme antojo de figuritas XD).<br />
<br />
Finalmente, tengo que dar las gracias a mi melón, que me ha dado todo su cariño y me ha cuidado muy bien. Se ha preocupado mucho por hacerme sentir bien y aliviar mi pena. Claro que siempre se preocupa por mí y me trata muy bien, pero eso da igual. Se lo quiero agradecer de todos modos.<br />
<br />
Total, que ahora que han pasado unos días, me siento ya mucho mejor. Y tenía ganas de haceros saber mi agradecimiento por todo vuestro apoyo. Por los mil euros no, porque no han llegado. Así que os castigo sin hablar de la carpa a la que hace referencia el título. Ja.<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-9436798429426056052016-01-30T00:39:00.000+01:002016-01-30T00:39:11.907+01:00A mi perroTe vas. Y yo no quiero que lo hagas. Pero en mi mano solo está el intentar contener las lágrimas que se empeñan en mojar permanentemente mis mejillas. Quiero ser fuerte y poder apoyar a mi familia, quiero disfrutar de estas inciertas horas (con suerte, días) en los que aún te vas a sentir lo suficientemente bien para poder seguir a nuestro lado. Pero te vas. Y no quiero. Nadie quiere. Pero lo haces. Y duele, duele mucho. Como nunca imaginé que podía doler. Y me enfado conmigo misma porque debería ser más fuerte, porque estoy desaprovechando entre lágrimas mis últimos momentos a tu lado. Aunque el enfado se me pasa pronto, porque nadie elige el modo en que le afectan las cosas. Yo pensé que lo llevaría mejor, que soy la que menos vinculada está a ti. Pero no contaba con lo extremadamente sensibloide que soy. Si lloro con las películas, cómo no voy a llorar cuando te veo hecho un ovillito y sé que te estás preparando para marcharte. No es justo, me da igual que sea ley de vida. Me da igual que ya supiese que iba a pasar esto el día en el que decidimos adoptarte. Porque no quiero que nos dejes.<br />
<br />
Pero sé que pido un imposible. La única manera de que no nos dejaras sería no haberte conocido nunca. Habrías vivido sin el calor de esta familia y tu hora habría llegado igualmente. La única diferencia es que yo no estaría siendo consciente de que ahora estás disfrutando de tus últimos días. Y es que nada te librará de este destino, la ignorancia solo cambiaría una cosa: yo no estaría llorando por ti. Y aunque en estos momentos pueda sonar tentador evadirse del dolor que supone la despedida, no me arrepiento en absoluto de no haber vivido ignorando tu existencia. Porque si sufro por el adiós es porque me has hecho muy feliz. Tu simple presencia llenaba de alegría esta casa. Y te vamos a echar mucho de menos. Cuánto has cambiado nuestra vida para que ahora nos duela tanto despedirnos. Cuánto cariño has despertado en aquellos que no sabíamos todo lo que podía llegar a quererse a un animal. Y aunque no te podemos dar las gracias, aunque no puedes entenderlo, hemos procurado hacer de tu vida la mejor. Como lo haremos con tu muerte. No te van a faltar los mimos estos días. Porque te vas, pero hasta que lo hagas estamos todos juntos. Tú nos lo has dado todo, déjanos hacer lo propio, déjanos estar a tu lado hasta el final y despedirte como mereces, sin sufrimiento y acompañado de quienes tanto te quieren.<br />
<br />
Te vas. Y parte de mí se irá contigo. Y parte de ti quedará a mi lado. Y cuando las lágrimas se sequen, sonreiré. Porque habré tenido la maravillosa suerte de que hayas formado parte de mi vida.<br />
<br />
Te queremos. Mucho. Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-25282136777906496762015-11-24T14:12:00.000+01:002015-11-24T14:14:59.615+01:00Las amapolas no suelen atracar a la gente¡He vuelto!<br />
En una nueva versión, Mello 3.77.1, que cuenta con añadidos muy interesantes (como nórdico abrigadísimo y bombones lindor).<br />
Por lo demás, la vida sigue como siempre. En mi última entrada hablaba sobre lo adicta que me había vuelto a mi melón. A día de hoy sigo siendo igual de adicta, pero como ya no hace calor del averno podemos achucharnos por las noches, así que la valoración global de nuestra relación ya alcanza el nivel de sepia interestelar con lacitos.<br />
<br />
Pero hoy no voy a hablar de mi merluzo. Porque resultaría todo demasiado empalagoso. Hablaré...hmmmm... de cañas de pescar. Y de calcetines. Quizá también de licuadoras. O no. Quizá acabe hablando de cosas mucho más interesantes, como los caracoles británicos.<br />
<br />
Hablando de caracoles, el más celebre de ellos es Romualdo II. Vivió allá por el siglo VII y nos dejó sabios consejos para alcanzar la felicidad:<br />
<br />
-No te amputes miembros para combatir el aburrimiento.<br />
-Duerme mucho, trabaja poco y gana la lotería.<br />
-Todo mejora con chocolate y dulces. Siempre que no estén envenenados.<br />
-No te cases con un taburete astillado. Nunca cumplen nada de lo que prometen, aléjate de ellos.<br />
-Vive cada día como si te estuviese persiguiendo un elefante pigmeo albino.<br />
<br />
Y es que no se puede ser infeliz siguiendo estas pautas. Bueno, igual sí, pero hay que esforzarse mucho. Y el esfuerzo es peligroso. Mirad a vuestro alrededor y sed conscientes de ello. La gente se esfuerza por conseguir cosas. Y al final se mueren. Los que no se esfuerzan también se mueren, pero con menos cansancio. <br />
<br />
Así que disfrutad de estos días de frío, de mantas, de chocolate caliente. Sin mosquitos, sin deshidrataciones, sin quemaduras solares. El frío es bueno. Si te puedes quedar en casa junto a la calefacción, claro. De lo contrario, pues es bueno también, porque no queda bien que se me fastidie el argumento.<br />
<br />
Y esto es todo por hoy. Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-69312025812341104262015-08-27T03:39:00.002+02:002015-08-27T03:39:39.917+02:00Tengo miedoTemor. Pavor. Terror. Horror. Pánico. Cucarachas. Flamenco.<br />
Palabras, todas ellas, sinónimas de miedo. En diferentes grados, desde ese ligero cosquilleo en la nuca a la encarnación de "El grito" de Munch. En noruego se llama Skrik, que no se diga que este blog no culturiza.<br />
<br />
Todos sentimos miedo. Los hay universales, como el miedo a que te toque la lotería y acabes arruinado en una cuneta tras gastarte toda la pasta en prostitución, juegos de azar y ensaimadas. O el miedo a que tu fama aumente de manera desorbitada y no consigas distinguir si la gente te adora por lo que eres o por tu maravillosa y envidiable vida de persona guay.<br />
También están los miedos secundarios, esos más discretos como el miedo a la muerte, al sufrimiento, a la soledad, a la política, etc.<br />
<br />
Pero hay una tercera clase de miedos. Los miedos insospechados, los que despiertan un buen día en el fondo de tu ser y te hacen plantearte cosas. Cosas de todo tipo, de esas que darían para trescientas veinte entradas en este blog. Cosas. Ah, cosas. Cosas.<br />
Y acabo de descubrir que soy presa de este tipo de terror que ataca a traición. El miedo a convertirte en una persona completamente diferente a la que siempre has sido. El miedo a traicionar a tu naturaleza más profunda. A que te empiecen a gustar los niños o la informática. O como en mi caso... a volverte adicta a un merluzo, que viene a ser algo igual de horroroso.<br />
<br />
Yo soy tierna. Y romántica. Y hasta puedo ser ñoña. A mi melón le dejo mensajes sorpresa cada dos por tres, de contenido edulcorado. Desde un "Te quiero" a un "Es La Española una aceituna como ningunaaaaaaa". Así soy yo. Pero ahora, con la inminente visita a esos seres conocidos como familia (padre, madre, hermano, perro gordo y cama primigenia) ha aflorado el terror. Porque me he vuelto pegajosa y dependiente. Porque pese a que tengo ganas de ver a los míos, me doy cuenta de que mi merluzo es ahora más mío que ninguna otra cosa. Y que dejarlo aquí hace que se me empañen los ojos mientras nos abrazamos fuerte y nos hacemos promesas dramáticas.<br />
"Te escribiré todos los días". "Te seré fiel". "No me fugaré a La Patagonia". "No traficaré con ostras caducadas". <br />
Es duro, muy duro. Año y medio de relación a distancia, sobreviviendo a vernos en contadas ocasiones... y todo para qué. Para que seis meses de convivencia basten para que me convierta en un ser que suspira corazones y florecillas rosas. Para que sienta pena al separarme diez miserables días. Para condenarme al sufrimiento eterno de la ignominia.<br />
<br />
Esto, amebas mías, es el miedo. En su estado más salvaje y crudo.<br />
Rogad por la salvación de mi alma. Y por el fin de la deforestación y el tráfico de influencias. Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-4636643119521447832015-07-14T15:37:00.002+02:002015-07-14T15:37:38.079+02:00Por qué escriboNo puedo vivir sin escribir. Es un hecho. Bueno, no lo es, porque podría vivir sin escribir sin problemas. Pero entonces me quedo sin recursos dramáticos para el inicio de la entrada. <br />
Algunos pueden pensar que el hecho de que escriba es algo natural. Estudié periodismo y esas cosas. Pero realmente el estudiar periodismo fue la salida lógica para alguien a quien se le daba bien escribir y no tenía ninguna preferencia concreta sobre qué hacer con su vida. De hecho, no me gusta el periodismo. Nunca me molesté en aprender a escribir correctamente, ni para los medios ni para mí misma. Me dan igual las estructuras, los objetivos, el estilo... paso de todo. La verdad es que debería haber estudiado otra cosa, pero soy de esas personas que gustan de conocimientos con poca utilidad para el mercado laboral. El hecho de que me gustasen las ciencias pero fuese negada para las matemáticas tampoco ayudó para decantarme por algo más interesante que las humanidades. Así que aquí estoy, periodista titulada que hace caso omiso de lo que pone en ese papelote de la universidad. Y pese a ello sigo escribiendo, con mi abuso de comas, con mis dedos tecleando más despacio que las palabras que vomita mi mente. Con mi desorden, mi caos, mi tormenta desatada que plasmo sobre un papel (virtual, en este caso) sin preocuparme de si alguien lo leerá o de si, en caso de hacerlo, encontrará sentido a lo escrito.<br />
<br />
Nunca corrijo mis textos (salvo que encuentre un fallo que cambie el sentido de lo que pretendía decir). Porque entonces dejaría de ser yo, aquella que escribe todo lo que se le pasa por la cabeza sin más orden que el que dicta mi cerebro según voy pulsando teclas. Y porque soy vaga, claro. Por eso nunca podría ser una buena escritora aunque me lo propusiese. No sirvo para poner las cosas bonitas, para pulir los párrafos o para transmitir con estilo las ideas que guarda mi mente.<br />
<br />Así pues, no escribo para crear algo bonito. Ni para transmitir ideas. Ni siquiera para contar historias. Alguna vez lo haré, con mi estilo poco formal y con abundancia de lo absurdo. Pero hasta ahora únicamente he escrito porque mi cuerpo lo pide. A veces tengo la necesidad de escribir. No sé sobre qué, no tengo nada concreto en mente. Pero necesito abrir el blog y poner algo. Cualquier tontada. Es como si necesitara rebajar la presión contenida dentro de mí y las palabras me sirvieran perfectamente para ese fin.<br />
A veces escribo porque me siento tan llena de vida que tengo que buscar el modo de calmar el remolino de pensamientos que me invade. A veces me siento inmensamente feliz y mis dedos buscan las teclas en un extraño intento de conservar esos momentos en forma de escritos improvisados.<br />
También ocurre lo contrario, a ratos vivir se convierte en algo complicado y escribir me ayuda a deshacerme de esa sensación de forma rápida y eficaz.<br />
No sabría decir por qué la tristeza o la felicidad me conducen inevitablemente a la escritura. Supongo que no es raro cuando se tiene el tipo de problemas que tengo yo. Mi vida es feliz en el 90% de las ocasiones. Otro 5% podría decirse que es puro éxtasis donde el mero hecho de respirar produce deleite. Y el 5% restante es cuando todo se vuelve gris. Con suerte, esa atmósfera plomiza se limita a comportarse como un invitado inesperado que trastoca todos los planes que tenías ese día. Y escribir es entonces el modo de darle la espalda a ese invitado con el que nadie contaba.<br />
<br />
Así que escribir es la forma de regular mis emociones. Tanto las buenas como las malas. Ciertamente, a veces escribo por el mero placer de hacerlo, porque me apetece probar y ver qué sale de mi mente en un momento dado. Pero la mayoría de las veces es mi forma de aislarme de la realidad un rato, bucear en lo más profundo de mi mente y poner un poco de orden en los pensamientos que se han ido acumulando con el transcurrir del tiempo.<br />
<br />
Escribo poco, es cierto. Normalmente porque mi vida transcurre de forma apacible, una felicidad calmada que me convierte en la persona más afortunada del mundo. Solo cuando el equilibrio se rompe, sea porque la euforia en mi vida o porque la mañana amanece más gris que de costumbre, es cuando recurro al blog. Al menos de forma natural. Otras veces escribo porque no me gusta perder la costumbre, por informar a la gente de cómo va todo o, como dije antes, porque me apetece ver qué le da a mi cabeza por crear de la nada. Pero ninguno de esos textos nace fruto de la necesidad, son prescindibles.<br />
<br />
Así que a veces escribo porque quiero. Otras porque algo dentro de mí lo pide a gritos. Y no es que me pida que ponga en orden mis ideas ni que me reconforte poder leer sobre un problema determinado con la calma que aporta escribir y reflexionar sobre ello. Ojalá. Pero mis problemas no funcionan así, cuando mi ánimo cambia es por motivos que escapan a mi control, por ese cerebro mío que está en tratamiento desde aquel verano de 2008 (pero que había estado luchando por funcionar con normalidad durante toda mi vida). Supongo que ante la frustración de que mi ánimo cambie sin motivo la escritura es la mejor herramienta de la que dispongo. Ante sensaciones que nace de la nada, lo mejor son textos que se originan en el mismo lugar. Escribir sin pensar, pues no hay nada que tratar de entender cuando el ánimo juega una mala pasada. Escribir sin ideas claras, pues la mente no se somete a control alguno cuando la felicidad irradia del corazón acelerado. Me sienta triste o alegre, el resultado es el mismo. Un texto improvisado que bebe de las sensaciones del momento.<br />
<br />
Se puede decir que escribo por el mismo motivo por el que siento. Porque así es mi vida, así es mi mundo. Siento, expreso y vivo. Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-26635977411101225882015-07-13T20:04:00.002+02:002015-07-13T20:04:33.182+02:00Sombra latenteEl sol estaba alto. Muy alto. Todo era luz y calor. Era una de esas tardes en las que uno querría quedarse dormitando a la sombra junto a una fuente de agua bien fresca. Pero él no podía permitirse ese lujo.<br />
<br />
Sus ojos repasaban las edades del mundo. La pereza zumbaba a su alrededor con monotonía. Y su alma se preguntaba por qué alguien le dio nombre para luego desterrarlo al olvido. Siempre hablaba de almas, aunque sabía que era algo que jamás llegaría a tener. Pero acaso importan las formas de referirse a su ser, a lo más profundo del pensamiento que se enmarañaba en el recorrido entre su cabeza y sus entrañas.<br />
<br />
Sombra a retales, parches de hielo entre la luz. Acariciaba desordenadamente hasta el último recoveco, arañando las paredes cuando el sol apretaba un poco más. Crujía como el pasto seco, acompañando al chirriar agudo de la tiza sobre la pizarra. Pegajosa como el surco de sus miedos, como el sudor de la presa que se oculta cuando ya no puedo correr más. Casi humana, como él.<br />
<br />
No es día de caza, se recordó en silencio. Aún no dejaban alzar la vista más allá de los prados, hacia la colina en la que empezó todo.<br />
Al menos le dejaban sonreír. Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-23937469772595287572015-05-22T18:11:00.001+02:002015-05-22T18:11:47.836+02:00La frambuesa no ha hecho nada por míEl título no podría ser más cierto. No hay nada positivo en mi vida que deba agradecer a las frambuesas. Tampoco nada negativo por lo que culparlas, la verdad sea dicha.<br />
<br />
Esta información tan relevante da para horas y horas de reflexión, pero ahora no me apetece en absoluto reflexionar. Lo que me apetece es tener millones de euros. En su defecto, algunos miles. O una alpaca. Mil alpacas no, porque sería excesivo.<br />
<br />
No sé cómo hemos llegado a mayo. Ni mucho menos cómo mayo se está acabando ya. Esta ciudad hace que el tiempo pase muy rápido. Hay mucho que hacer, mucho que ver. Y encima tengo a un merluzo al que ya dediqué una edulcorada entrada el mes pasado. Si es que solo me faltan los millones de euros, en serio. Con eso mi vida sería completa. Bueno, no, pero lo tendría mucho más fácil. Completa solo será cuando domine un territorio molón del universo. Es decir, nunca. Porque la vagancia me puede. Y el espacio está lleno de cosas raras y es muy negro y muy carente de atmósfera con olor a canela.<br />
<br />
Hoy quiero hablar de Justiniano. Ese pobre hombre del siglo XVI que sufrió el ataque de la mariposa turca. O igual fue un trozo de corcho infame lo que decidió atacar a Justiniano. Nunca lo sabremos, porque acabo de decir que no quiero hablar de ello. No mientras aún estén recientes aquellos hechos macabros de la explanada de Padroseco (región sur).<br />
<br />
En realidad no quiero hablar de nada. Así que os dejo con una serie de asteriscos distribuidos aleatoriamente:<br />
<br />
<br />
* *<br />
*<br />
<br />
**<br />
<br />
<br />
<br />
* *<br />
<br />
<br />
*<br />
<br />
<br />
<br />
Precioso. Una obra de arte. Digno de los mejores museos del mundo. Cuenta con la bendición de un caimán cojo, con eso lo digo todo. <br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-29972887548982450492015-04-26T18:11:00.001+02:002015-04-26T18:11:15.576+02:00Tengo el mejor novio del mundo (entrada edulcorada)Tengo el mejor novio del mundo. Normal que piense eso, es MI novio. Y lo lógico es que cualquier persona emparejada lo piense (de su novio, no del mío XD). Si no es así, no sé qué hace la gente perdiendo el tiempo.<br />
Eh, el mejor novio del mundo no implica el novio perfecto. Porque la perfección no existe y yo soy lo más cercano a ella que podemos encontrar (y a la modestia, por supuesto). Pero no hace falta ser perfecto para ser el mejor. Mi novio se limita a ser lo que yo busco en una pareja, lo que quiero en la persona con la que comparto mi día a día. Y por eso es el mejor.<br />
<br />
La verdad es que es complicado decir esto cuando las parejas que he tenido anteriormente también eran estupendas. Especialmente mi último ex, con quien tengo una sólida amistad. Pero está claro que si son ex es por algo. Por bonito que fuese todo durante un tiempo, llegó el final y con él se acabaron los novios, perfectos o imperfectos. Hay gente que se queda enganchada a relaciones pasadas. Adictos a lo bueno pasado que no pueden aceptar el lado negativo que tanto pesó en la fallida relación. No es mi caso. Puedo decir que cerré completamente las puertas de mis anteriores relaciones. Las disfruté mucho mientras duraron, guardo recuerdos preciosos. Pero son cosas que ya no existen y que no echo en falta.<br />
<br />
Lo maravilloso de cerrar completamente los ciclos es que no añoras nada, no haces comparaciones. Tu nueva relación es superior en todos los aspectos a las anteriores. En primer lugar, porque las anteriores acabaron y ya no existen (lo cual es un buen motivo, las cosas como son). Pero también porque cuando dejas a alguien es porque te has dado cuenta de que quieres algo que no tienes. Y en la nueva relación al fin disfrutas de ello. Porque yo no soy masoca, no me embarco en una nueva relación si no me llena más que las que he tenido previamente, si no me aportan aquello que me faltaba.<br />
<br />
En esta ocasión he tenido mucha suerte. El que ahora es mi novio fue tiempo ha una de esas personas que descubres que conectan contigo de una manera fascinante. Apareció como amigo en un momento en el que no me planteaba que fuese otra cosa, pero era innegable el atractivo que tenía para mí. Y aunque desapareció de mi vida y quedó olvidado (todo lo olvidada que puede quedar una persona, yo siempre recuerdo a los que compartieron camino conmigo) reapareció años después. Otra persona diferente, pues el tiempo había pasado y no éramos los mismos. Pero con aquella esencia que lo hacía único realmente intacta. Y no solo eso. Desaparecidos ya los aspectos que en el pasado nos mantuvieron alejados (su cutrez, está claro XD).<br />
<br />
El caso es que todo salió bien y llegó el momento en que nos tocaba vivir juntos y ver qué tal encajábamos. No parecía haber mucho problema. Vivir conmigo es muy sencillo, para qué os voy a mentir. Mientras se me deje dormir todo va bien. Lo que no sabía es que convivir con él iba a ser tan extremadamente fácil. Mi cara al respecto es algo así: *___*<br />
<br />
Y es que mi merluzo es adorable. Me encanta pasarme horas entre sus brazos, charlando de cualquier cosa, haciendo el tonto, mimándonos. A veces luchando, claro está. Así soy yo, no se puede tener una relación sana sin demostrar mi supremacía en técnicas marciales de posición horizontal y ojos cerrados. En ocasiones le cuento la leyenda de Colliedra (que la pija conocerá, si tiene algo de memoria). En otras le hablo de aquella vez en el 47 en Cartagena. O de cuando la carpa me atacó y tuve que invocar el espíritu del espárrago elitista.<br />
<br />
A veces paseamos. Y yo digo "Mira perroooooo" cada vez que me cruzo con uno, entrando en una competición constante de ver quién localiza primero los animales más adorables. También hay viejos, pero esos no los localizamos, esos simplemente salen de todas partes. Una invasión. Pero está bien, porque a veces los viejos llevan perros. No está tan bien cuando estamos haciendo la compra y se agolpan delante de los puestos de muestras de comida. No dejan pasar y un día los embestiré con el carro.<br />
<br />
Otras veces sufro episodios de posesión extrema, especialmente cuando paso delante de sitios en los que venden dulces. Convulsiono y tiene que tirar de mí para liberarme de la tentación del mal. Yo grito al mundo que una sociedad en la que uno no es libre de saciar su gula a cada instante está podrida. Pero bueno, a cambio puedo seguir pasando por las puertas sin quedarme atascada en el marco.<br />
<br />
Oh, y tomamos té. Esto es así como muy pijo. Por algo nos pegó la costumbre Regargojana. Bueno, ella se la pegó a mi melón y él a mí. Lo vamos transmitiendo, como las enfermedades. Pero con más estilo y tal.<br />
Se supone que hay distintos tipos de té y mi merluzo siempre se queja de que si uno de los que tomo sabe demasiado a vainilla o demasiado a otra cosa que no le convence. Yo alucino porque a mí todo me sabe a té. Soy incapaz de distinguir los matices que se supone que tienen. Algunos saben más fuertes, otros menos. Pero todo sabe a té. A hierba rara. Soy una inculta del té, una bestia ignorante, un ser rústico y sin domesticar. Pero mi difusor de té tiene una puerta Torii en un extremo y eso lo compensa todo.<br />
<br />
También exijo besos. A todas horas. Pero eh, también los entrego. Y caricias. Y le digo piropos. Y hasta tengo un radar que hace que me despierte cuando se está poniendo el pijama para poder contemplar la hermosa visión (yo siempre me voy a la cama antes). En ocasiones se supone que debo abusar de él, pero no lo hago porque soy muy inocente y santa. Y porque no tenemos intimidad, pero eso es lo de menos. Lo importante es que soy inocente y no entiendo de estas cosas.<br />
<br />
A veces me fastidia. Cuando estoy intentando resolver puzzles estilo Picross en la tablet (nonogramas). Siempre me dice que en una casilla va una equis y es mentira. Quiere que pierda. Quiere hundir mi orgullo. Quiere que me tire por el balcón. No tenemos balcón, pero no importa. Es lo que él quiere.<br />
<br />
A estas alturas mucha gente estará pensando que le importa bien poco lo que yo haga o deje de hacer con mi merluzo. Pero me da igual. Porque otras personas me preguntan qué tal nos va y sé que se alegrarán al leer esto. Porque estoy feliz, contenta y levemente esterilla. Y eso siempre es bueno y la gente debería celebrarlo.<br />
<br />
Así que nada, todo genial por aquí. En próximas entradas volverán las espigas psicópatas y los cereales con problemas de alcoholismo. <br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-28374024285312249822015-04-12T13:16:00.003+02:002015-04-12T13:16:49.957+02:00Sepia anquilosada con turbanteEl tiempo está loco. Frío y calor se van turnando para acompañarme en mis paseos diarios. Aunque ahora la pierna derecha se me ha puesto en huelga. La oreja izquierda también. No por nada en especial, simplemente quedaba bien escribir algo así.<br />
<br />
Me he dado cuenta de que apenas actualizo un par de veces al mes. Echad la culpa a mi novio, al japonés, al aumento del precio de las alfombras persas y al chocolate volador septentrional. Pero especialmente a mi novio. Es adorable. Informático, pero adorable. Y melenudo. Y tiene unos Miracle Gloves, que lo estoy viendo en la pantalla de su PC. Yo también quiero. Ju.<br />
<br />
En cualquier caso, hoy vengo a hablaros de algo interesante. La migración de las migas de pan. Es la época, lo noto. Se puede ver que tras cada comida hay un par de migas esquivas que intentan escapar por la ventana y unirse a sus compañeras. Se dice que en Asturias se han visto grupos de más de setecientos ejemplares. Y eso solo de migas clásicas, las de pan integral se cuentan en otro grupo aparte que tiene unos patrones migratorios diferentes (un par de meses después).<br />
Como persona experta en migas y en terraplenes, tengo que avisaros de que el cambio climático está afectando a estas migraciones y algunas de las migas están claramente confusas. He visto a una que se creía pantalón de pana y se negaba a unirse a la migración de sus compañeras, con eso lo digo todo. Pantalón de pana. En esta época. De locos.<br />
<br />
¿Y qué podemos hacer nosotros para ayudar a las migas a realizar su trayectoria anual sin problemas? Pues he aquí un par de consejos que me han dado los expertos en la materia, Pancracio Templos y Salvador Piecorto.<br />
<br />
-Colocar flores pochas en los rincones de la cocina los martes de madrugada.<br />
<br />
-No tocar la ocarina mientras se pisotean hormigas gigantes.<br />
<br />
-Usar sandalias en las ceremonias de graduación de vuestras mascotas.<br />
<br />
Con estos pequeños gestos podemos facilitar su labor a las pequeñas y tímidas migas de pan.<br />
<br />
Y ahora que os he informado y sois un poco más cultos, toca mutar en radiografía de perejil. <br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-66116802592577281772015-03-31T20:51:00.001+02:002015-03-31T20:51:32.271+02:00Madrid tiene callesMello en Madrid no es tan emocionante como Mello en Japón, lo sé. Pero eso no es impedimento para que recoja por aquí lo que voy haciendo en la ciudad. Así cualquiera pueda enterarse de si he atacado a alguien o me he enfrentado con carpas gigantes.<br />
<br />
Este fin de semana me he dedicado a dar vueltas aleatorias y a recoger huevos. Cortesía esto último de Regargojana.<br />
<br />
Todo empezó el sábado, día en que decidimos ir a ver unos puestos de una plaza perdida. Nos sirvió para disfrutar de un 2x1 en galletas artesanales. Ñam.<br />
<br />
El caso es que por la zona vi este bonito edificio.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-pFgg4OgVFQg/VRrhz_BMXBI/AAAAAAAABm0/CvS9JjKBhDM/s1600/20150328_171624.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-pFgg4OgVFQg/VRrhz_BMXBI/AAAAAAAABm0/CvS9JjKBhDM/s1600/20150328_171624.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tiene una cara. Eso es un plus.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
A mí me gustan los edificios modernistas, así que me acerqué a hacer alguna foto más.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-PKSnOPzto1A/VRriJKJvFCI/AAAAAAAABm8/9E3oOddChZI/s1600/20150328_171739.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-PKSnOPzto1A/VRriJKJvFCI/AAAAAAAABm8/9E3oOddChZI/s1600/20150328_171739.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto aleatoria del edificio en cuestión.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Quería ver si pertenecía a alguien, para reclamarlo y esas cosas. Pero el letrero estaba oxidado, borroso y me obligaba a acercarme mucho para verlo. Lo hice, con toda mi inocencia. Y entonces me enteré de la dramática verdad. Era la sede de la SGAE. Fue duro. Eso sí, sigo pensando en reclamarlo, eso que no se dude.<br />
<br />
Para superar el disgusto estuve viendo tiendecitas de la zona.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-bS4wc2vcBlg/VRri5kyvzCI/AAAAAAAABnI/umku3GAYea0/s1600/20150328_165428.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-bS4wc2vcBlg/VRri5kyvzCI/AAAAAAAABnI/umku3GAYea0/s1600/20150328_165428.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tienda de pianos que tenía miles de cajas de música.</td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-6B8JTddrTG0/VRrjQVlK9jI/AAAAAAAABnQ/hXZjm4YqKWI/s1600/20150328_165528.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-6B8JTddrTG0/VRrjQVlK9jI/AAAAAAAABnQ/hXZjm4YqKWI/s1600/20150328_165528.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Todo se movía, tenía música y robaba el alma.</td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-6dGtqRTjHJ8/VRrjgsk2qnI/AAAAAAAABnY/H0WIU7Ot8TI/s1600/20150328_172507.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-6dGtqRTjHJ8/VRrjgsk2qnI/AAAAAAAABnY/H0WIU7Ot8TI/s1600/20150328_172507.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pastelería con chocolate y cosas adorables. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
Pasaron las horas, así sin darnos cuenta. Y yo llevaba en la mano para entonces un difusor de té y un libro de gramática. En qué me está convirtiendo esta ciudad, yo antes no era así.<br />
<br />
La noche vino a visitarnos y nosotros hicimos lo propio con una antigua galería comercial que ahora servía de museo improvisado, muy moderno, muy abstracto, muy profundo. Y gratis, que era lo principal. Nada destacable si no te gustan esas moderneces. O igual sí, no sé. A mí no me van esas cosas.<br />
<br />
Y llegó el domingo, día en que Regargojana pasaba unas horas en Madrid. Con ella llegaron los famosos huevos de chocolate que mi merluzo se ganó con su ayuda como corrector de textos en inglés sobre trepanaciones.<br />
<br />
El plan del día era visitar el MUSEO ARQUEOLÓGICO. En mayúsculas, porque me apetece. Y porque así lo debe ver Regargojana en su mente, fascinada como estaba con todo lo que allí encontró.<br />
<br />
Si ella escribiese esta entrada, seguro que os podría contar cosas serias sobre el tema. Pero ella está muy ocupada estudiando cosas de momias, así que yo os dejo con lo que de verdad interesa de estos lugares.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-LdX7YEiyjjU/VRrl7aOkTqI/AAAAAAAABnk/FdHvJc51vmA/s1600/20150329_133420.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-LdX7YEiyjjU/VRrl7aOkTqI/AAAAAAAABnk/FdHvJc51vmA/s1600/20150329_133420.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¡La bicha!</td></tr>
</tbody></table>
Esta es "La bicha de no sé qué sitio", en palabras de Regargojana. Nos gustó mucho más que su nombre original (Bicha de Balazote). Tiene cara de señor barbudo muy digno y es del siglo VI a.C.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-B2IJmtEAkhk/VRrm4pIYnjI/AAAAAAAABns/vyJ7NKDpGXA/s1600/20150329_133323.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-B2IJmtEAkhk/VRrm4pIYnjI/AAAAAAAABns/vyJ7NKDpGXA/s1600/20150329_133323.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¡Los ascos!</td></tr>
</tbody></table>
A diferencia de la bicha, conocida de Regargojana desde hace mucho tiempo, esto de los ascos era nuevo para nosotros. Hemos encargado veinte.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-E8Gf0nFWOyQ/VRrndHE6NgI/AAAAAAAABn0/fQC22fqvZrA/s1600/20150329_133918.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-E8Gf0nFWOyQ/VRrndHE6NgI/AAAAAAAABn0/fQC22fqvZrA/s1600/20150329_133918.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dame de Elche, muy señorial. Muy digna. Muy de Elche.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Regargojana, además de cambiarle el nombre a Dama de Leche (maravillas del autocorrector) nos contó la historia de otra Dama, la de Baza, descubierta por su vecino. Porque ella tiene vecinos que descubren cosas, se hacen famosos y demás. Yo solo tengo vecinos que discuten a gritos o ponen música latina a volumen infernal.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-ekwonJy0Op8/VRrosMTJ08I/AAAAAAAABoA/tT6XvD_XDvo/s1600/20150329_135842.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-ekwonJy0Op8/VRrosMTJ08I/AAAAAAAABoA/tT6XvD_XDvo/s1600/20150329_135842.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mosaicos y gente que no se aparta.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Esta foto la pongo para que se vea lo bonito que era todo. Pero lo verdaderamente importante es este otro mosaico de un pulpo bailongo, claro está.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-YOtQhy_V_wI/VRrpC89yy7I/AAAAAAAABoI/lBbeRO57Psw/s1600/20150329_135140.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-YOtQhy_V_wI/VRrpC89yy7I/AAAAAAAABoI/lBbeRO57Psw/s1600/20150329_135140.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tiene pinta de ser simpático, no se puede negar. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
Esto que voy a decir ahora no tiene nada que ver con la crónica del fin de semana en Madrid. Pero mientras escribo esto, estoy mirando de reojo a mi merluzo con verdadera fascinación. Tiene abiertas varias ventanas en el PC. En una de ellas está jugando. En otra está viendo un vídeo. De fondo el administrador de archivos y cosas del CV. Ya me avisó de que era multitarea, pero hasta ahora no lo había comprobado personalmente. En fin, sigamos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-t-8loAthtX8/VRrp4dIWx6I/AAAAAAAABoU/gRwZcK_9BHs/s1600/20150329_135908.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-t-8loAthtX8/VRrp4dIWx6I/AAAAAAAABoU/gRwZcK_9BHs/s1600/20150329_135908.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Señor bizco.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Si mal no recuerdo, era algo así como "Genio de la agricultura". Podría maximizar la imagen y comprobarlo, pero entonces estaría traicionando mis principios de escribir las cosas tal como me vienen a la cabeza.<br />
En un principio Regargojana dudó sobre si se trataba de un señor o una señora. Yo creo que he visto demasiado ambiguos a lo largo de mi vida como para plantearme este tipo de cuestiones.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-dzgjR6Hx_-I/VRrrBrEsw9I/AAAAAAAABog/iw6QzNIyYAo/s1600/22401-5-f.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-dzgjR6Hx_-I/VRrrBrEsw9I/AAAAAAAABog/iw6QzNIyYAo/s1600/22401-5-f.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sirva Gackt como ejemplo. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y se nos hizo tarde, drama absoluto. Porque sucedió cuando estábamos en la sección favorita de Regargojana. Chan, chan... ¡Las momias!<br />
Así que nos echaron y nos dijimos que había que regresar. Es una de esas promesas que es fácil cumplir. Lo hicimos con la de irnos juntas a Japón, no va a ser diferente en esta ocasión.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-n_SJXgI01Gc/VRrsPTBYD-I/AAAAAAAABos/9TsgkkWAjwk/s1600/20150329_141114.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-n_SJXgI01Gc/VRrsPTBYD-I/AAAAAAAABos/9TsgkkWAjwk/s1600/20150329_141114.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Y como despedida, dragón y león feliz. Y señor de bombín raruno.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-91978044243413489482015-03-19T20:22:00.000+01:002015-03-19T20:22:43.852+01:00Pseudocríticas: El gatopardoLampedusa murió antes de la publicación del libro, así que nunca sabremos sus verdaderas intenciones. Pero yo me las inventaré, como viene siendo habitual en mi maravillosa persona. Y siguiendo con las buenas costumbres, aquí va la advertencia de siempre: voy a destripar cosas del argumento.<br />
<br />
El protagonista de la novela es el príncipe Fabrizio, el cual está enamorado de su sobrino Tancredi, aunque no lo admita. Sí, está casado y encima se va por ahí de ruta turística entre prostíbulos. Pero yo sé la verdad. Y lo sabe cualquiera que se haya leído el libro. Que por cierto, es uno de los libros favoritos de Regargojana. No podía ser de otra manera, puesto que es uno de esos libros en los que no pasa nada (y que ella adora, por algún motivo).<br />
<br />
Fabrizio es padre de familia, miembro de la antigua aristocracia y ser humano con extremidades. La aristocracia ve peligrar su posición con el cambio político. Fabrizio sabe que eso es terrible, que su majestuoso linaje saldrá perdiendo y que la burguesía cutre acabará ocupando su lugar. Pero es lo que hay y algunos saben sacarle provecho, como Tancredi. En un principio, Tancredi iba a casarse con una de las hijas de Fabrizio (para estar más cerca de él, claro) pero al final se casa con otra que está más buena (puestos a tener tapaderas, mejor que luzcan) y que lo unirá con la nueva clase emergente y con unos tapires que pasaban por allí.<br />
<br />
Y poco más pasa en la novela. El príncipe se lamenta mucho, el príncipe es clasista, el príncipe ama a Tancredi. El príncipe muere (junto a Tancredi, claro) y sus tres hijas se quedan para vestir santos, literalmente.<br />
También acaba muriendo Tancredi. Y el resto de la gente, es lo que tiene que no haya seres inmortales en esta historia.<br />
<br />
Así que nada, mucha crítica política, mucho calor veraniego y mucho aparentar. Fin.<br />
<br />
Puntuación: Un perro apolillado y 30 reliquias falsas.<br />
Pros: Aunque no pasa nada, es entretenido. Seguro que da para fanart yaoi.<br />
Contras: Fabrizio sufre mucho y entra en modo emo durante varias partes del libro. No pasa nada emocionante. Hace calor.<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-49050565254363445852015-02-23T18:18:00.003+01:002015-02-23T18:18:56.252+01:00El olivo itinerante (Y pseudocríticas)Los olivos llevan en este mundo más tiempo que la Wii. Eso es indiscutible. Como es indiscutible que las bacterias sienten predilección por la literatura clásica. Eso me recuerda que he acabado algunos libros y es buen momento para hacer unas pseudocríticas. Me dispongo a añadirlo al título.<br />
<br />
Pero antes de las pseudocríticas, reflexionemos sobre algo importante. Y no es el centeno ni el baile de apareamiento del abejaruco. Que digo yo que tendrá un baile, de lo contrario me sentiré muy decepcionada.<br />
Por cierto, ayer descubrí que el avión común (el pájaro) tiene las patas emplumadas. Muy adorable.<br />
A lo que iba. Algo importante. Yo. Pero no me apetece reflexionar sobre mí. Así que reflexionemos sobre mi merluzo. Es informático. Es mío. Es abusable y achuchable. Skyrunner me lo quiere quitar. Regargojana llora (ella es muy de emocionarse con estos dramas).<br />
Total, que ahora que hemos reflexionado, pasamos a las pseudocríticas. En esta ocasión, la saga de "Harry Potter" y "El fantasma de la ópera". <br />
<br />
<br />
<b>Saga Harry Potter </b>(incluye destripamientos de la trama)<br />
<br />
Nunca me había dado por interesarme por estos libros, en su día eché un vistazo al primero y no me llamó la atención. Pero como quería mejorar mi inglés, pues decidí empezar a leer algo sencillo y me hice con la saga. Y la verdad es que se va volviendo interesante según avanza la trama. Es divertido, estimula la imaginación de los críos y hasta muere gente. Eso siempre es un plus.<br />
<br />
La historia empieza como en un RPG cualquiera. Un protagonista huérfano. Y es el elegido. Solo que en este caso no vive en un pueblo donde todo el mundo lo conoce y donde entra en las casas sin llamar, sino que es un niño que vive con unos familiares inaguantables. Como la historia así sería muy aburrida, pronto empieza lo bueno. El chico descubre que es un mago y que puede cambiar las aburridas clases de la gente corriente por un colegio de magia con todo tipo de cosas molonas y sobrenaturales.<br />
<br />
Allí hace amigos y enemigos. En realidad la mitad de la historia no hubiese tenido lugar si Harry hubiese aceptado la mano que le tendía Draco. Esto es así.<br />
<br />
El caso es que Harry sobrevivió al ataque de un terrible mago, enemigo del mundo entero. Tom. Como es un nombre que no impresiona para nada, pues decide cambiarlo a Voldemort, que es mucho más imponente. A medida que avanzan los libros la presencia de Voldemort va siendo más y más importante, con sospechas de que ha vuelto a la vida (o a algo parecido) y con expediciones en las que se demuestra que tres críos saben investigar y luchar mejor que magos experimentados.<br />
<br />
Total, que Harry va creciendo (y el resto de la gente también, que si no sería muy raro). Se hace jugador de un deporte raruno y se dedica a investigar el misterio en torno a la muerte de sus padres, de su milagrosa salvación y del paradero de Voldemort. Se suceden muchas situaciones en las que todo el mundo le dice que no haga cosas y él se dedica a llevar la contraria y hacerlas todas.<br />
<br />
Aparecen los primeros amores, los primeros conflictos entre amistades y las primeras drogas. Todo el mundo adora a Harry, salvo la gente estúpida. Porque Harry es guay. Por eso la saga tiene su nombre.<br />
La gente empieza una campaña de desprestigio, surgen celos, rivalidades y cosas que explotan. Pero al final ven que Harry siempre tiene razón.<br />
<br />
Aparecen muchos personajes secundarios a los que se les coge cariño. De lo contrario daría igual que se muriesen. Porque la autora decidió ser la Martin de los niños y traumatizarlos.<br />
<br />
Y bueno, lo dicho. Que todo va de "Voldemort va a volver". "No, no, creo que no vuelve". "Ahora sí que vuelve". Y cuando vuelve (porque estaba claro) pues hay que buscar el modo de acabar con él, que viene a ser una búsqueda de objetos rarunos mezclada con el valor del amor y la amistad.<br />
<br />
A todo esto, hay partidarios de Voldemort. Y uno de los personajes de la saga, el profesor Snape, se pasa toda la saga en plan "Ahora soy malo, ahora no". Al final está claro que no iba a serlo, pero no importa, sirve para mostrar fragmentos de su atormentado pasado como pringadillo oficial.<br />
<br />
Al final del libro se produce una lucha épica con Harry como figura central. Como era de esperar, ganan los buenos. Muere más gente, se llora un rato junto a sus cadáveres y entonces pasan los años y tenemos un epílogo del futuro. Todos se han casado con quien se suponía que se debían casar, habían tenido hijos y todas esas cosas típicas de las que no se libran ni los magos. Fin.<br />
<br />
Puntuación: Snape<br />
Pros: Engancha y entretiene. Hay magia. Muere gente.<br />
Contras: Los dramas adolescentes del trío protagonista son insoportables.<br />
<br />
<br />
<b>El fantasma de la ópera</b> (también se destripa el argumento)<br />
<br />
Yo soy muy inculta y nunca había visto la película ni leído el libro, así que apenas sabía nada de la historia. La cual me ha gustado más de lo que esperaba. Supongo que todo el mundo sabe de qué va. Un atormentado ser que vaga por los sótanos de la Ópera de París y se enamora de una de las cantantes. Ese ser es el fantasma, que durante la primera parte de la historia no se sabe si existe o es una invención, si es humano o u ente sobrenatural.<br />
<br />
El fantasma es horrible, deforme y te mueres del susto si lo ves sin su máscara. Así que se oculta y odia a la humanidad por el desprecio que sufre debido a su aspecto. Muy rencoroso. Al final acaba por secuestrar a la cantante, la cual está enamorada de un vizconde muy lechuguino. El fantasma sufre celos, el fantasma mira mal. Y la pobre chiquilla se debate entre la repulsión y la pena.<br />
<br />
Pasan cosas, muere gente (todas las obras ganan enteros si muere gente). Hay intriga, hay drama, hay misterio. Hay amor puro, absoluto y estúpido entre el vizconde y la cantante. Tan maravilloso es ese amor que el fantasma al final libera a la chica. Y así el fantasma se presenta de nuevo como ese ser atormentado, cuyo castigo de fealdad absoluta lo convirtió en un monstruo cuando en realidad era un ser humano decente. Sí, había matado a alguna que otra persona y hasta había montado una cámara de torturas. Pero quién no hace eso de cuando en cuando...<br />
<br />
Así que el fantasma, tras sentir la compasión de la chica a la que ama, se siente dichoso y la deja marchar. Muere de amor y esas cosas dramáticas de aquellos tiempos. Y la chica y el vizconde se fugan juntos a lloriquear y ser felices.<br />
<br />
Puntuación: Una lámpara de araña<br />
Pros: La figura del fantasma. Aunque finalmente se revela humana y todo tiene una buena explicación, no deja de ser interesante. Su lado bueno, su lado malo y su lado de horchata. Todo eso lo convierte en un personaje molón.<br />
Contras: Hay muchos desvanecimientos y lágrimas.<br />
<br />
Esto es todo. Ea.<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-40216592641955421852015-02-17T20:30:00.000+01:002015-02-17T20:30:06.445+01:00Setecientas batallas y un mandrilSEÑOR CON OJOS: No sé de qué me está hablando<br />
<br />
SEÑOR SIN OJOS: Los tulipanes no saben a mazapán.<br />
<br />
SEÑOR CON OJOS: Oh, no. La frase maldita. Eso significa que han muerto siete personas mientras tomaban fanta. Terrible.<br />
<br />
<br />
(APARECE EN ESCENA UNA MOTA DE POLVO)<br />
<br />
<br />
MOTA DE POLVO: Yo conocí a tu padre...<br />
<br />
<br />
(SEÑOR CON OJOS ASESINA A MOTA DE POLVO CON UNA POSTAL DE BENIDORM)<br />
<br />
<br />SEÑOR SIN OJOS: Ha hecho bien. Nunca hay que dejar que hablen y nublen nuestra mente con mentiras y zapatos de charol.<br />
<br />
SEÑOR CON OJOS: Ahora podemos seguir hablando de nuestro pequeño asunto. Los dátiles escarchados de Zaragoza.<br />
<br />
SEÑOR SIN OJOS: (BAILA SARDANAS COMO RESPUESTA)<br />
<br />
PERSONA QUE ESCRIBE ESTA COSA: Ea, ya me he cansado. Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5484493028438309845.post-4429949168655834882015-01-22T01:47:00.002+01:002015-01-22T01:47:26.786+01:00Precipitaciones en el tercio surTodos los periódicos se estaban haciendo eco del alarmante aumento de goteras. Al principio nadie había querido darle importancia, pero estaba claro que ya era algo generalizado y había pasado de ser un rumor a ocupar portadas.<br />
<br />
Según "La información del sureste", cinco de cada diez hogares presentaba ligeras goteras. Por su parte, "El diario de la cordillera" aumentaba el número hasta siete de cada diez en las zonas más deprimidas.<br />
<br />
Pero el dato más alarmante lo había proporcionado "La pseudoinformación", que predecía un aumento de hasta el 30% de las goteras en los próximos seis meses.<br />
<br />
A mí todo esto me deja bastante indiferente. No entiendo el motivo de tanto revuelo. Las goteras son molestas, sí, pero poco dramáticas. Con un cubo te las apañas mientras buscas el modo de localizar y reparar las filtraciones. <br />
<br />
Más complicado es el asunto de mi diminuto estudio, donde el techo se abre en dos en momentos aleatorios. Si hace sol hasta se agradecen las vistas. Pero cuando está diluviando veo mis pertenencias flotar en la piscina que crea la tromba de agua.<br />
Al principio trataba de achicar agua, claro. Pero pronto descubrí que era inútil. Un pantano había decidido mudarse al edificio vecino y vertía sus aguas directamente sobre el desprotegido tejado. Los fines de semana, que volvía al pueblo a visitar a la familia, un riachuelo serpenteante ocupaba su lugar.<br />
<br />
Así que al final uno decide resignarse. Cuando te acostumbras a moverte chapoteando de un lado a otro te das cuenta de que no es tan terrible. Los libros se humedecen, eso es cierto. Y en invierno salir de la cama se vuelve el doble de difícil en esas situaciones. Nadie quiere abandonar el calor para lanzarse al agua helada. Pero se acaba convirtiendo en rutina. Tromba va, tromba viene. A veces pasa tanto tiempo entre una y otra que empiezas a preguntarte si tu techo ha decidido sellar sus compuertas para siempre. Pero eso no sucede jamás, antes o después te saluda nuevamente el diluvio.<br />
<br />
Creo que es comprensible que, en esta situación, me importe bien poco lo que dicen los medios. Goteras, dicen. Quejas tontas de gente de secano. Lo de siempre.<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0