sábado, 6 de julio de 2013

In(alcanzable)

Le gustaba mucho. Demasiado. Como todo aquello que está fuera del nuestro alcance. O quizás como aquellas cosas que no existen y deseamos tener.

Pero no le frustraba no poder poseerlo. Porque a diferencia de un collar caro, no es el dinero lo que mantiene alejados los sueños. Este collar es especial, lo contemplas desde el escaparate y es él el que te elige a ti.

Sin embargo, por más que lo miraba, sabía que no deseaba adornar su cuello. No importaba. Y no porque tuviese dudas sobre si realmente era digna de portar aquella joya. O sobre si realmente la deseaba tanto o perdería la ilusión si llegase a verla sin aquel escaparate de por medio.
No, no importaba por un motivo mucho más simple. Ella era feliz por el mero hecho de contemplar la belleza, lo único. Poder disfrutar de aquella visión era un regalo.

Por la noche, antes de que la venciese el sueño, sonreía. Quizás algún día podría disfrutar de aquel tesoro. O de uno muy parecido. Pero eso era lo de menos ahora. Lo único que le importaba, es que nada ni nadie podía impedir que ella evocase su imagen antes de cerrar los ojos. Jamás podrían evitar que fuese feliz.

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