martes, 25 de junio de 2013

Dong

Él pensó que la encontraría llorando al borde del estanque. Pero en lugar de eso, la descubrió tendida en el césped, jugueteando con una flor entre sus manos.

-Sé lo que estás pensando -dijo ella-. Pero no, no esta vez.
-¿Estás desilusionada?
-No quiero hablar de ello.
-Si tú siempre hablabas de todo.
-¿Y para qué ha servido? ¿Sabe alguien valorarlo? No. Pues ya está. Déjame disfrutar de mis flores y no intentes que dé vueltas a gente que va a tener que empezar a cuidarse sola.
-No digas eso.
-Estoy cansada, Daro. Muy cansada. Esta labor no es nada gratificante.
-Pero únicamente la puedes hacer tú. En su día dijiste que no delegarías.
-¿Cómo voy a hacerlo? La gente es estúpida. Inútil. Y encima eso se premia.
-Por eso tenemos la suerte de no ser humanos. Aunque en ti aún queda mucho de ello.
-Pasar tanto tiempo entre la gente es lo que tiene. Te acaban contagiando.
-Pero no quieres vivir como uno de ellos.
-No puedo vivir como uno de ellos. Tengo un rol asignado. Un rol que es una bendición y una maldición al mismo tiempo. Lo acepté. Ya está, no hay más vueltas que darle.
-Entonces no puedo hacer nada por ti.
-¿Quién ha dicho eso? No pienso adquirir preocupaciones innecesarias. Pero tú nunca entrarás en esa categoría.
-Porque soy el único que te entiende.
-Porque eres el único que es incapaz de traicionarme. Porque son 15 años tirando de mí cada vez que la vida me asestaba un golpe. Y va siendo hora de que te devuelva el favor.
-¿Entonces he de preocuparme por ti o no?
-¿Qué importa la respuesta? Sigo estando por encima de todos vosotros. Nada de lo que hagas o dejes de hacer va a cambiarlo.
-A veces te vendría bien cerrar los ojos y dejarte caer entre mis brazos. Como antaño.
-Posiblemente, entonces no quisiera volver.
-Entonces, sí te gustaría delegar.
-No te confundas. Hoy me gustaría hacerlo. Mañana estaré orgullosa de ser la única que puede ocupar esta posición.
-Acabarías echando a patadas a todo el que intentase ser tú.
-Nadie puede ser yo. Afortunadamente.
-¿Y qué han de ser para que los quieras a tu lado?
-Tú.
-Algo más realista.
-Es realista. Tú eres como yo. Y yo soy real. Y no puedo ser única.
-Pues siento decírtelo, pero lo eres. Todo el mundo lo es. Y tú más que nadie.
-Bah, pues me da igual. Sabes, no pienso lamentarme, así que deja que todo siga como está. Si no tienes una buena noticia que darme, no me molestes. Estoy conversando con esta flor.

No hay comentarios: