Bueno, Hinojoso era... y es. Porque la cutrez no es algo que desaparezca de un día para otro. Y eso que el pobre no era informático. Pero era un cutre igualmente.
La verdad es que no le he buscado profesión a Hinojoso. Ni apariencia física. Ni nada. Solo es Hinojoso. Supongo que tendrá piernas. La gente decente suele tenerlas.
Y nada, esta entrada debería ir sobre... hmmmm... polinizaciones... carámbanos... pastel de judía roja y una mezcla de pleistoceno con aracnofobia. Pero tengo demasiado sueño. Así que me voy a volver a la cama y le van a ir dando a Hinojoso.
En cualquier caso, recordad que os amo. Más que a una lechuga pisoteada, pero menos que a una cosa aleatoria convexa y de platino.
Feliz día del macarrón bailongo.
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