domingo, 12 de diciembre de 2010

Y al final, lo rompes

-¿No te dije que estuvieras quieto?
-Bah, si repites siempre las mismas cosas.

Se quedó largo rato mirando al monstruo del caparazón oscuro, a los dos puntos de luz brillante en mitad de la oscura noche. Y decidió que era inútil añadir nada más.

3 comentarios:

Alberto Zeal dijo...

Tsk, tsk, tienes muy mal enseñado a tu monstruo del caparazón oscuro. El mío ya no se atreve a romper nada desde que le di una paliz... Ejem, perdón, desde que le enseñé interdisciplinarmente que no hay que hacerlo :P

M dijo...

Seguro que le hablaste de Saussure y ya no quiso salir de donde quiera que hubiese corrido a refugiarse XD

Alberto Zeal dijo...

En verdad usé la técnica del Fluthko :P