jueves, 26 de mayo de 2011

Mis traumas videojueguiles

Poner en el título palabras que no existen hace la entrada más interesante. Bueno, no, pero hay que reconocer que hay palabras que deberían existir. Como maravillosidad. Pero me alejo del tema. Hoy quiero hablaros de redes de pesca. Y de traumas varios relacionados con los videojuegos.

Cuando yo era cría, mi paciencia era infinita y podía jugar a cualquier cosa. Sin embargo, la edad no perdona. Y a día de hoy me he dado cuenta de que hay ciertos elementos en los juegos que no me gustan nada. Veamos algunos.

* Cuenta atrás. Sin lugar a dudas, lo que más odio. Por eso me gustaba Sonic y no Mario (además de por miles de cosas más que no voy a explicar aquí). No me gusta la tensión, no me gusta tener que repetir las cosas mil veces porque me falta un segundo vital (en realidad, si al tercer intento no lo consigo, suelo dejarlo). Tal es mi odio que soy incapaz de disfrutar plenamente juegos como "Ghost Trick" (quien tenga una DS y no lo haya probado, ya tarda).

* Esquivar gente. Ya tengo bastante con pasear por el centro de Barcelona, no necesito hacerlo también de modo virtual. No hablo de juegos como Metal Gear (que ya sabes a lo que te atienes) sino de títulos en los que te encuentras con una zona en la que debes esquivar a los enemigos. Me vienen a la mente varios RPG, como "Digital Devil Saga 2" (la zona del caballo mutante anoréxico), algunos juegos de la saga "Tales of...". Y sí, también "Ghost Trick". De hecho no he terminado el juego porque llegué a una parte de esquivar enemigos y me tuve que ir a mirar mal al universo. Lo que más rabia me da es haber llegado casi al final sin que me vean y tener que repetir toooodo otra vez porque me pilla un malvado infraser.

* Inventario limitado en los RPG. Vale, es más realista llevar un pequeño hatillo que una bolsa que puede contener el universo entero. ¿Pero quién quiere realismo cuando estás enfrentándote a dragones, tus compañeros tienen peinados que desafían las leyes de la gravedad, los seres antropomórficos te cuentan su vida y un protagonista soso es el único que puede salvar el mundo? Quiero llevar 800 pociones, 3000 antídotos, dos pedruscos que no sé para qué sirven y una chincheta. Luego no usaré la mitad de las cosas, porque las reservaré para el enemigo final y cuando acabe el juego estarán intactas. Pero las quiero. Son mías.


Bien, solo he puesto tres cosas. Así que mis traumas no son excesivos. O no tengo ganas de escribir mucho (va a ser esto, sí). Puede que otro día siga hablando de ello. O puede que no. Así es la vida.

6 comentarios:

Scullywen dijo...

Juass, según el punto 2 tampoco te gusta el Assassin´s Creed. Un juego al que las malas lenguas califican de "simulador de mercadillo".

No sé si has jugado al Lunar, en cualquiera de su versiones. Es un juego tan jodidísimamente complicado que en algunos momentos, más que un rpg, también parecía una especie de Metal Gear... recuerdo cómo me escondía aterrada tras las piedras para evitar encontrarme con terroríficas y malignas babosas (y hablo de enemigos normales y corrientes, no finales xD).

Yo también voto por el inventario infinito!! Total, si ya tenemos dosis de irrealidad cuando nuestros compañeros de grupo, en lugar de ir a nuestro lado (estilo Phantasy Star), se introducen obscenamente en nuestro cuerpo xD.

M dijo...

¿Simulador de mercadillo? XD
La verdad es que nunca he jugado, ya me explicarás.

¡Ey! Probé el primer Lunar, pero precisamente su dificultad me echó para atrás. Si la dificultad de un juego se basa en tener que hacer millones de combates entre mazmorra y mazmorra (y dentro de ellas) para poder avanzar sin morir, me aburro (mucho).

Respecto a lo de los personajes acompañantes, quédate tranquila. En Dragon Quest IX van todos en fila muy ordenaditos (como hacían en FFVIII, por ejemplo). Así que tu personaje no tiene contactos indeseados con el resto del grupo XD. Aunque teniendo yo a Jan detrás tampoco me hubiese quejado... mhuahahaha...

Anónimo dijo...

Sin acritud, estais como miles de cabras en este blog. Pero he de reconocer que me gusta por otro lado. Estoy contrariado. Por cierto, historias de una lagartija es el nombre de nuestro grupo musical (dramático-verbenoide, a tí que tanto te gustan las palabras nuevas), esa consola de palabras es mía (sólo mía). Depón tu actitud, si es que tienes alguna.

M dijo...

¡Ajá! ¡Un nuevo! ¡A por él! XD

Te perdonaré el hecho de que tu grupo se llame como una de mis entradas, ya que todo lo que hay en el universo es susceptible de ser colocado sin orden lógico en los títulos de cualquiera de mis actualizaciones. Otro dato a tener en cuenta es que tu grupo puede llevar existiendo mucho más tiempo que mi entrada... pero a quién le importa la lógica temporal.

No puedo deponer mi actitud porque se la he regalado a Regargojana. Pero puedo echarme una siesta en tu honor. Qué considerada soy...

Pues nada, si vuelves a pasar por aquí y a leer esto, bienvenido seas (y no nos culpes de la pérdida de tu cordura, que seguro que no tenías antes de entrar aquí, fijo).

Scullywen dijo...

Retomando el hilo de la demencia, lo del simulador de mercadillo refiriéndose al Assassin´s Creed surgió en un desvarío con unos amigos. Uno de los movimientos más conocidos de Altair es una especie de "empujón" para pasar sigilosamente entre la muchedumbre. Un colega es aficionado a ir a mercadillos variados a buscar juegos viejunos y demás, y una vez dijo que la habilidad de Altair podía ser muy útil en esos lugares cuando están llenos de gente. Así que finalmente se nos ocurrió que podría ser un DLC interesante para el juego: Assassín´s Creed... Little Market Quest (for example xD).

M dijo...

Y luego soy yo la que estoy mal... XD