No tengo vida. Ni jamones voladores que canten ópera. Qué vulgar es mi día a día
Iba a actualizar contando tonterías (como siempre) pero cierto informático del verano me está pateando (ha aprendido de la pija, que no patea pero siempre amenaza con hacerlo.
El caso es que he estado pensando, y no me gusta el mundo. Hay demasiados seres vivos que no aportan nada. Y hace calor. Y encima, cuando te acostumbras más o menos a lo que te rodea, te mueres. Un timo. Y encima te hacen trabajar y quieren que te hipoteques. Así que me voy a inventar mi propio mundo.
-Habrá melenudos
-No habrá cucarachas ni mosquitos
-Habrá chocolate
-No habrá niños berreantes
Solo con esas cuatro medidas, el mundo sería un lugar mejor.
¿Y qué tiene esto que ver con los crisantemos baratos? Nada. Pero como título, queda muy bien. También os puedo vender a un informático, pero seguro que al final tendría que acabar pagando yo.
Os puedo vender a Regargojana, que es pija, tiene ojos, tentáculos y abre cadáveres. Ella no se dejará vender, pero no importa, porque está demasiado lejos como para que pueda alcanzarme su mala mirada.
En realidad os puedo vender a todos vosotros, para que lleven a cabo un estudio sociológico. O un estudio sobre la inestabilidad mental, porque hay que estar muy mal de la cabeza para estar leyéndome, tanto si me conocéis desde hace milenios como si sois tan nuevos como nuestro amado Triple A.
La verdad es que tiene su encanto esto de escribir un blog. Puedo poner cualquier cosa que se me pasa por la cabeza y hay alguien al otro lado que me lee. Es fascinante.
Para despedirme, os voy a contar la historia de Reintegro, un pobre caracol bicéfalo que no tenía familia. Bueno, no, no os la voy a contar. Pero existe. En algún lugar. Y aparecen peces espada, sacapuntas, un cocinero zombi, tres teclas de una calculadora solar y la boina de Lancel. Y una grabadora de DVD con pies.
En fin, dedico esta historia no contada al hermano gemelo malvado de un rododendro.
5 comentarios:
No subestimes mi poder de mirar mal, entrenaré duro y conseguiré que sus efectos lleguen hasta Barcelona. ¬¬.
Ah, la historia de Reintegro me ha recordado que el otro día vi a un hombre que se llamaba Gumersindo, pero no me acuerdo dónde. Probablemente era el mismo Gumersindo que compartía piso con Eleuterio y que logró escapar.
¡Eleuterio y el pseudodragón! Qué tiempos aquellos, cuando mi salud mental estaba intacta... o algo parecido.
Respecto a la mala mirada, vas a poder practicar todo el verano, aislada de esos mundos de internet.
Por cierto, me has pegado el regargojano, porque el informático del averno se ha convertido en informático del verano. Es más realista, pero bastante más ridículo también.
A mí no me metas en tus movidas. Yo sólo pasaba por aquí.
Ya me preguntaba qué había sido de ti Aburrido Anónimo que te Amó XD
Y me gusta ese mundo sí señor XD
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